Mandinga (La capilla del Diablo...)

Mandinga (La capilla del Diablo...)

De GUILLERMO PARODI

Los mitos, cuentos, tradiciones, leyendas rurales verídicas, generalmente, quedan resonando en nuestra memoria y, muchas veces, nos influyen, consciente o inconscientemente. Una de esas leyendas ocurridas a fines del siglo IXX, fue el puntapié inicial para que el dramaturgo Guillermo Parodi se interese en escribir “Mandinga (la capilla del Diablo…)”, una obra de teatro llena de poesía basada en creencias, diablos, santos, infiernos, fundamentada en el pacto que hace un hombre con el diablo.

Centrada en un lugar campestre, un San La muerte, irónico, ventajero que hace lo que le conviene, se encarga de relatar ésta historia y de dar paso a cada cuadro, participando activamente en ellos. “Un padre, el terrateniente Alcibiades, un hombre fuerte decidido a todo, le promete al Diablo construirle una capilla si cumple con su pedido de revivir a su hija Dolores, una muchacha idealista y guerrera a la vez, que ha muerto; mientras tanto, emergen para conocer el entorno de estos personajes, Crecencia, la nana, una dama silenciosa pero determinante en su decir; Magdalena, su hija, una mujer que de tan despechada, traiciona; Toribio, el hijo del terrateniente, un joven débil y frustrado por su padre hasta que…; el cura Don Angel, un inocente que paga las consecuencias”. En todos estos roles parentales que aparecen se pueden distinguir los ocultamientos, las mentiras, los engaños, los sufrimientos, el dolor. No importa el tiempo y el lugar, las miserias humanas afloran en los momentos de crisis. En este caso, la desesperación y el miedo ante lo inevitable llevan a acercarse a la creencia más temida; y, esta decisión, moviliza a otros seres que nos muestran sus oscuridades mejor guardadas.

Las actrices, Julia Funari, Lucía Palacios, Natalia Rey, Lorena Szekely y los actores, Camilo Parodi, Marcelo Rodriguez, Lucas Soriano, tienen una fuerza hermenéutica sobrenatural; el poder de atracción que emanan nos envuelve desde el principio hasta el final. Julia Funari, excelente, con gran temperamento, es una actriz innata; Lucía Palacios, magnifica su personificación con sus ojos, sus posturas, su voz, que son para no perdérselos; Natalia Rey, impactante actuación del ego herido; Lorena Szekely, excelsa actuación, su ductilidad es impresionante; Camilo Parodi, exquisita representación e interpretación de las canciones en escena; Marcelo Rodriguez, tiene mucha presencia escénica, excelente; Lucas Soriano, esta impecable en el papel de alguien alienado. Es un equipo de trabajo que conmueve en sus roles por sus minuciosas y fuertes interpretaciones.

Nos encontramos con una hermosa puesta en escena en penumbras, llena de misterios, que nos enfoca a la tragedia y a los mitos de antaño, que nos lleva a recorrer como en una ensoñación pasiones desmedidas, lugares extraños e intrigantes, personas cargadas de mística, con melodías acompasadas que brotan en la noche; y, que se vuelve luz y vida por los grandes actores que tiene, por los músicos de calidad que los acompañan; por el contenido dramático que nos deja muchas preguntas para hacernos; por el vestuario que es inmejorable; por la iluminación y los efectos que nos ponen en el clima ideal. Son cuerpos que nos enfrentan y que se desplazan por el espacio escénico como almas que danzan.

El final de la noche, es maravilloso e inesperado. ¡No se lo pierdan!

¡MÁXIMA RECOMENDACIÓN! ¡EXCELENTE!!!

Redactora: Estela Gómez

21/09/2024

Ficha técnica:

Dramaturgia y dirección: Guillermo Parodi

Trabajo corporal de actores: Sofía Ballvé

Asistencia de dirección: Macarena Lopez

Diseño de vestuario: Jorgelina Herrero Pons

Diseño de escenografía: Fernando Díaz

Realización de vestuario y escenografía: Talleres del Teatro Argentino de La Plata - TACEC

Diseño de luces: Guillermo Parodi - Fernando Díaz