EL GATO Y SU SELVA

Los gatos se niegan azarosamente a seguir órdenes para demostrar que pueden hacerlo. (Ilona Andrews)

El gato y su selva

De Samuel Eichelbaum

Esta obra del escritor, periodista y dramaturgo Samuel Eichelbaum (“un maniático de la introspección”, según su propia descripción), tiene como protagonistas a personajes atormentados donde los mandatos familiares están afianzados, y donde una inimaginable reivindicación de una mujer se hace presente en aquellos tiempos llenos de prejuicios y estereotipos.

Eleuterio, un soltero ya entrado en la adultez está alienado, porque se supone un ser auto suficiente y no apto para el matrimonio, a pesar de que el amor ha aparecido en su vida estando ahí su principal problema. Ana Rosa, es la dueña de su corazón, y esa pasión es recíproca, pero como ella no es libre, decide accionar al respecto para correr a los brazos de su amado. Pero éste, está sorprendido y le explica a ella lo inexplicable. Ana Rosa, sufre, no entiende que es lo que pasa. A la vez, y como base principal de las actitudes y creencias de Eleuterio, están sus tías, dos hermanas solteronas, que son las que lo criaron y las que se desviven por él, por eso al enterarse de lo que está pasando se sienten amenazadas, temen perderlo. Estas dos señoras están atrapadas por la soledad, una lo demuestra explícitamente justificando y defendiendo su postura y la otra, de manera más pensante y cautelosa puede verbalizarle sus pensamientos, elaborar su teoría, y lograr una respuesta superadora entendiendo que lo mejor para Eleuterio, es que encuentre el amor. Pero, hay que ver que piensa Eleuterio…

La trama, recorre la psiquis, las conductas y las costumbres de seres contradictorios, que sienten una cosa y hacen otra, consiente o inconscientemente. Pablo Rodriguez Albi (Eleuterio), inmejorable interpretación encarnando a ese hombre duro por fuera y desesperado por dentro. Sentida representación de Celeste Gerez, como Ana Rosa una dama dañada emocionalmente. Cristina Dramisino, define a la perfección a la tía que se apropia de su sobrino no queriéndolo soltar. Cristina Fernández, es la tía que aparece desde las sombras para darle un poco de luz a la historia (Profunda actuación). Diferentes formas de amor, distintas formas de sentirlo y de expresarlo, disimiles actitudes psicológicas que forman parte de esa cotidianeidad de antaño (pero en algunas cosas muy vigentes). Completan el elenco las determinantes actuaciones de Alejandro Falchini (marido de Ana Rosa) y Mora Monteleone (empleada).

Los actores, realizan una comprometida labor dado que el lenguaje con que se expresan tiene una enorme riqueza semántica provista de un rigor constructivo admirable. La escenografía es preciosa, los muebles de época se lucen y sobresalen insuperablemente. El efecto visual que producen los desniveles en el escenario, junto a la fantástica iluminación que se adecua a cada situación, otorga una visión propia del séptimo arte. Apropiada utilización del espacio y vestuario delicado que nos remonta a los años 30. Holísticamente, es un clásico destacado. Su director, Mariano Dossena, ha sabido utilizar todas sus capacidades para mantener la creación dramática, la riqueza de la versificación junto el temple de los artistas, obteniéndose así una inmensa producción teatral.

¡PARA NO PERDERSELO!

Redactora: Estela Gómez

14/10/2022

Ficha técnica:

Autor: Samuel Eichelbaum;

Elenco: Pablo Rodriguez Albi, Cristina Dramisino, Alejandro Falchini, Cristina Fernández, Celeste Gerez, Mora Monteleone;

Fotografía: Nacho Lunadei;

Diseño de escenografía y vestuario: Nicolas Nanni;

Diseño Gráfico: Pablo Rodriguez Albi y Juan Pablo Ruiz Benavides;

Diseño de iluminación: Claudio del Bianco; Música Original: Diego Lozano;

Producción ejecutiva: Jennifer Aguirre Woytkowski y Cristina Dramisino;

Asistente de dirección: Esmeralda Gimenez y Juan Halac;