ASTEROIDE. FIN DE UN MUNDO IMPOSIBLE
De María Zubiri
Cuando la desesperación, el miedo, la incertidumbre por lo desconocido aparecen, muchas veces, salen a la luz los secretos familiares, ocultamientos que ya no tendrían sentido seguir guardando. Hace falta, tan solo una excusa, para hacer catarsis y dejar de engañarnos, tanto nosotros como a nuestra familia. Tal es lo que les sucedió a los Milton, una familia atípica, compuesta por una madre conflictiva (Patricia), un padre poco normal (Isidro) y una hija enferma (Monti).
Después de un sueño aterrador, que atormento a la dueña de casa, el grupo familiar se disponía a cenar y a conocer al futuro yerno. Yerno que no concuerda con el estilo familiar siendo quien da el puntapié para que se devele lo que ha sido guardado por tantos años. Así, la trama de “Asteroide. Fin de un mundo imposible”, se vuelve atrapante. El texto de Maria Zubiri, bajo la dirección de Cecilia Meijide, es, tal vez, algo habitual para los tiempos que corren pero la fuerte teatralidad que conlleva la vuelve distintiva.
Los personajes, son especiales. Patricia (Eugenia Guerty), es una dama cansada de la vida y llena de remordimientos; Isidro (Luis Machin), es un hombre dominado, cómplice y negador, con evidentes problemas físicos; Monti (Camila Peralta), es la víctima, es la que sufre corporal y psicológicamente; Ricardo (Julián Larquier Tellarini), un joven que se muestra tal cual es, aunque desentone con los demás; Wilmer (Carlos Belloso), es un jardinero controversial que vuelve por su soledad y no en mejores condiciones. Pero, nada es lo que parece, cuando la verdad aflora la crisis es inevitable.
Durante 45´estuvimos en vilo, acompañados por la intrigante música que nos invadía. La obra, tiene familiaridad por el tema que trata, tiene intensidad por los protagonistas tan disimiles en sus roles y por esas desigualdades tan bien marcadas, tiene dramatismo por las consecuencias de su secreto, tiene creatividad porque nos mantiene expectantes holísticamente, tiene ironía que nos obliga a pensar, tiene realidad porque nos muestra que somos seres inacabados…
La vistosa escenografía, pareciera querer demostrar la perfección que la familia no tiene. Se destacan, la música, la iluminación y el vestuario. Actores profesionales completan con sus sinergia esta puesta en escena digna de ver, por su poder de síntesis y singularidad.
Redactora: Estela Gómez
Con Carlos Belloso, Eugenia Guerty, Julián Larquier Tellarini, Luis Machín y Camila Peralta
Producción TNC Marcelo Dorto
Asistencia de dirección TNC Esteban De Sandi
Música Guillermina Etkin
Iluminación Ricardo Sica
Vestuario Cecilia Zuvialde
Escenografía Mariana Tirantte
Dirección Cecilia Meijide
Esta obra es una de las ganadoras del concurso "NUESTRO TEATRO" del Teatro Nacional Cervantes y el Instituto Nacional Del Teatro.
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