El diámetro del abismo, circularidad que para nacernos nos muere
La acción comienza con una crisis de pareja, donde Pablo (Marco Di Paolo) y Héctor (Fernando Alegre) disputan sus poderes de dominación de uno sobre el otro y la alineación que esto mismo les produce, se ensañan con la manipulación mutua y con la psicosis incluida, inconscientemente cada uno busca el “yo” esperado pero no aparece. De pronto, todo parece terminado, pero no, en realidad es el comienzo de este sentir sórdido, violento, apasionado, donde sus personajes caen a la profundidad de sus mundos internos agobiados, ellos van a buscar…hasta tocar fondo…tratando de resurgir…intentando encontrar el camino hacia ese amor descontrolado. Así, llegamos al clímax de ver cuerpos vacíos con sentimientos averiados pero llenos de esperanza. ¿Es quizás, ese amor que está tratando de florecer y mantenerse vivo? Seguro que sí, pero que entiende que necesita de otro para germinar, cree que la mirada del otro lo define, le da identidad, se necesitan testigos válidos para registrar el afecto... En este vendaval de relaciones, surgen también para aportar más expectación, asombro y pluralidad, Mara (Fabio "Mosquito" Sancineto) y Pablo (Pablo Goldberg), a imagen y semejanza de la primera pareja pero con sus respectivas diferencias, seres en trance que se suman para definirnos que por dentro todos buscamos lo mismo: amar y que nos amen.
Esta obra es un espiral dialectico de sensaciones, las que tocan fondo y se quedan ahí luchando entre la antinomia de lo que “es el amor” arraigado con lo que en esta contemporaneidad “queremos que sea”. Fernando Alegre, su autor y director, nos abre un corazón y nos muestra lo que en su interior alberga, con sus ráfagas de felicidad y sus destellos de dolor y a la par, nos señala a la mente humana y a su desazón producto de la descontrolada confusión que provoca el no poder manejarlo. Esta trama, que comienza con mucha naturalidad, se transforma en un vértigo amoroso después de un presente detenido que sirve de envión para el torbellino que surge posteriormente desde el amor intrínseco, para el amor casual y por del amor eterno. Definitivamente, es una obra maestra de las emociones contenidas que encuentran en el hecho teatral un lugar para expresarse.
Escenografía minuciosa que marca la cotidianeidad y la vida privada, vestuario impecable que se acomoda a los hechos, música enérgica y juego de luces imprescindibles, determinan perfectamente un contexto más que deseado, al igual que la intimidad que se le dio a la sala que es parte de la puesta en escena y es concluyentemente positiva.
No se puede explicar con palabras la conmoción que nos provoca adentrarnos en esta quimera, lo tienen que vivenciar, sentir cada palabra, cada mirada, cada momento que nos brinda las actuaciones de Fernando Alegre, Pablo Goldberg, Fabio "Mosquito" Sancineto y Marco Di Paolo, ya que es arte puro dejando expuesto sus idoneidades, que son irrefutables.
El diámetro del abismo, circularidad que para nacernos nos muere, es desinhibida, realista, frontal, y a la vez, es tierna, romántica, amorosa. Un combo explosivo en acción, no dejen de verla. La recomendamos enfáticamente!
EXCELENTE!!!
Redactora: Estela Gómez
29/11/2019
Ficha técnico-artística
Autoría: Fernando Alegre
Actúan: Fernando Alegre, Pablo Goldberg, Fabio "Mosquito" Sancineto, Marco Di Paolo
Diseño de vestuario: Fernando Alegre
Diseño de escenografía: Fernando Alegre
Realización de escenografía: Joaquín Nudel
Realización de vestuario: Pedro Muñóz
Diapositivas: Ariel Muñoz
Música: Federico Fernández, Sonia Kovalivker
Diseño De Iluminación: Fernando Alegre, Paulo Avello Gonzalez
Fotografía: Federico Bermúdez
Diseño gráfico: Fernando Briloni
Asistencia de dirección: Carolina Losicer
Prensa: Karim González
Producción: Fernando Alegre
Dirección: Fernando Alegre
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