El propósito del arte es lavar el polvo de la vida cotidiana de nuestras almas.
Pablo Picasso
La creación artística de Pablo Picasso, tuvo como imagen principal a la pintura y a la escultura, pero también se desempeñó dentro del ámbito literario, siendo autor de poemas y de algunas obras de teatro como “El deseo atrapado por la cola”, que escribió en 1941 durante la invasión alemana de Francia en la Segunda Guerra Mundial y que se representó en 1945, convirtiéndose en uno de los emblemas más meritorios como arma de rebeldía.
El elenco, compuesto por Agustin Barbuto, Luisa Cabral, Santiago Cejas, Dario Chiocconi, Natalia Garuti, Melisa Iranzo, Diego Miccige, Hugo Nuñez, Mariela Ponsettise, construye un mundo onírico, único, con figuras inimaginables que se mueven continuamente por el espacio escénico tanto con el cuerpo, como con las palabras; cuerpos que se unen y se despegan con tanta naturalidad como desparpajo; palabras que parecen no tener sentido al oírlas pero que al escucharlas son más importantes que las generalidades, porque ponen énfasis en la esencia de las cosas y no en lo superfluo. Y, ese espacio escénico también es único, por su presentación, su decoración y su creatividad. Por su presentación, porque desde que entramos al teatro nos van dando “señales” de lo que vamos a encontrar luego, logrando una curiosidad progresiva; por su decoración, porque lo que vemos es lo más “irracional” que podríamos encontrar, concordando perfectamente con el relato, consiguiendo aquí el punto justo; por su creatividad, tanto por las instalaciones tan atractivas del teatro Querida Elena, pasando por la forma inusual en que se organizó la propuesta, todo para llegar a contar esos anhelos más profundos de este autor tan particular, anhelos que quizás de alguna manera en este universo de sueños se lleguen a cumplir…
Verdaderamente, entrar en las ideas de Picasso para dramatizar algunas de sus pulsiones de auto conservación es bastante arriesgado, desde dos puntos de vista. Por un lado, porque de tan delirante que pueda llegar a ser se podría pasar el límite y que se vuelva una ridiculez; y, por el otro, porque de tan vulgar, podría llegar a ser aburrida. Pero en ésta oportunidad, los resueltos actores que se desempeñan vigorosamente y con mucho trabajo físico, han logrado un equilibrio exacto al interpretar a los disimiles personajes de esta historia dirigida por Ramiro García Zacarías, quien con su avidez direcciona continuamente hacia el mismo sentido en que se orienta el texto, que es la búsqueda de libertad de los más íntimos deseos dentro de un contexto de encierro, de dolor y de guerra.
Vestuarios, caracterizaciones, maquillajes, música, muy cuidados; una producción muy atenta, con mucha manufactura en el detalle. Un equipo técnico que acompaño fielmente y a la par a todos los artistas, y es lo que apreciamos y enfatizamos. Una puesta en escena muy diferente que se asemeja a la obra pictórica de su autor, ya que su estilo abarcó desde el “cubismo” porque al principio se presentaron objetos reales como eran concebidos por la mente, luego apuntó al “surrealismo” porque las imágenes venían del inconsciente, hasta llegar al “expresionismo”, transmitiendo color, dinamismo y sus conmociones más profundas.
¡NO SE PIERDAN ESTA PINTURA TEATRAL!
Redactora: Estela Gómez
15/09/2018
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Pablo Picasso
Traducción: Lorenzo Pareja, Patricia Venti
Actúan: Agustin Barbuto, Luisa Cabral, Santiago Cejas, Dario Chiocconi, Natalia Garuti, Melisa Iranzo, Diego Miccige, Hugo Nuñez, Mariela Ponsetti
Músicos: Cecilia Tedeschi
Vestuario: Diego Miccige
Maquillaje: Diego Miccige
Diseño de escenografía: Diego Miccige
Música original: Paula Marinello
Fotografía: Bernabé Rivarola
Diseño gráfico: Romina Salerno
Asistencia de dirección: Julia Miguens
Prensa: Más Prensa
Producción: Dario Chiocconi
Dirección: Ramiro García Zacarías
Duración: 60 minutos
QUERIDA ELENA
Pi y Margall 1124
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Web: http://www.queridaelena.com
Entrada: $ 250,00 - Sábado - 21:30 hs - Hasta el 01/12/2018
Escribir comentario