AFUERA PIEDRAS

-Pero yo no soy culpable -dijo K-. Es un error. ¿Cómo puede ser un hombre culpable, así, sin más? Todos somos seres humanos, tanto el uno como el otro. -Eso es cierto -dijo el sacerdote-, pero así suelen hablar los culpables. Franz Kafka

Afuera Piedras

De Laura Loredo Rubio

Ser un “chivo expiatorio” es ser una persona que asume la responsabilidad de algo que no ha hecho. Quien se adjudica este rol, es víctima de la estrategia de otro, que lo convierte en responsable de una acción de la cual verdaderamente, no lo es. Con esta decisión el auténtico culpable de esos hechos se libra de un posible castigo.

En Afuera Piedras, la obra de Laura Loredo Rubio, el chivo expiatorio es Víctor, un electricista que por dinero acepta serlo ante el pedido desesperado de Sofía, la asistente de Fanny Méndez, intendenta de Plaza Huincul. Sucede que en ese pueblo de Neuquén ha ocurrido un asesinato y es necesario buscar un culpable para calmar a la pueblada que está ocurriendo fuera del despacho. A medida que transcurre la narración vamos viendo que a la “supuesta verdad” la acomodan según su propia conveniencia. Cada uno tiene su propia verdad; Víctor, Sofía y Fanny, se evalúan, se critican, se alaban, se unen y se despegan con esa facilidad y esa convicción que ponen cuando tienen que ensayar para enfrentar a sus votantes; así los vemos como sus discursos se vuelven exagerados, delicados, enérgicos, tranquilos, repetitivos, todo en pos del engaño.

La dramaturgia y la dirección de Laura Loredo Rubio tiene un ritmo que nunca decae, que nos mantiene atentos e impacientes, esperando el próximo sacudón, no solo de las piedras sino también de los acontecimientos que se van produciendo en esas cuatro paredes en donde parece ser que es el lugar indicado para decidir la forma de gobernar y de hacer justicia. Las actuaciones son excelentes, tanto Gisela Corsello, Zoilo Garcés, Verónica Litvin, se lucen en escena; cada uno le da a su personaje la personalidad que necesita teniéndonos atrapados.

En un escenario cuadrado, con un vestuario que nos orienta a la jerarquía de quien lo lleva, se desenvuelve este “thriller político” dónde el poder es el dueño y señor, donde nada es lo que parece, donde la ficción esta tan ligada a nuestra realidad que nos inquieta, donde la hipocresía está latente y donde parece que la corrupción ha llegado para quedarse. Los invitamos a verlo y a compenetrarse con la historia porque el hecho teatral es muy interesante y las actuaciones son brillantes. ¡No se la pierdan!

ALTAMENTE RECOMENDADA

Redactora Estela Gómez

21/04/2018

Ficha técnico artística

Dramaturgia: Laura Loredo Rubio

Actúan: Gisela Corsello, Zoilo Garcés, Verónica Litvin

Vestuario: Amparo Guirao

Escenografía: Betania Rabino

Iluminación: Lucas Orchessi

Fotografía: Laura Mastroscello

Diseño gráfico: Martín Speroni

Entrenamiento corporal: Rodolfo Opazo