GRIS MATE

“No hay absurdo que no haya sido apoyado por algún filósofo” (Marco Tulio Cicerón)

El piso, es un espiral; un espiral que no tienen principio ni final. Y, sobre él, tres seres agobiados mostrándonos un instante en el torbellino de su existencia…A partir de acá, comienzan los interrogantes; algunos con respuestas justificadas, otros, sin respuestas...

Uno de esos individuos abrumados, es el estudiante fracasado (Yoska Lázaro) que decide terminar con su frustración intentando destruir a quien piensa él que es el culpable, Dios. Pero para esto tienen que confluir varias coordenadas. Varios intentos, solo y acompañado, no están alcanzando para lograr su cometido. ¿Lo logrará? Porque, ¿quién tiene la culpa de nuestras desgracias? Otro ser fatigado es el limpiabotas (Fernando García Valle), al que se le ha borrado la memoria y solo puede leer en los pliegues de los zapatos el pasado de los hombres…de los otros hombres, no del propio. ¿No será negatividad ante la adversidad y justificación, de lo inevitable? Y, por último, llega un peluquero desocupado (Daniel More), que vive poniendo en tela de juicio todo lo que va transitando. ¿Por qué lo hará? ¿Será que piensa que dudando lo acercará al corte perfecto anhelado?

Desencanto, olvido, deseo, tres sensaciones bien marcadas, entre otras, presentes en esta puesta en escena, que con sus jóvenes años ha escrito Iñaki Rikarte, un multifacético autor vasco que se desempeña versátilmente dentro del oficio teatral.

Su director Yoska Lázaro, junto al grupo Teatro a Tres Velas, han decidido trabajar en este complejo y bello texto, lleno de poesía, de filosofía y de vidas compartidas. Viendo la conjunción de esas circunstancias que no saben de dónde vienen, ni saben hacia donde van, nos podemos imaginar las nuestras; la cotidianeidad que a veces nos supera y la necesidad de encontrar algo que no sabemos que es…pero siempre estamos buscando sin saber hasta cuándo. La dirección de Lázaro, nos ubica en este estado de trance; la integridad profesional de Fernando García Valle, Daniel More, y del mismo Yoska, responde a la mirada existencial que tiene la puesta y que nos deja pensando; a veces riendo de ellos, otras veces sufriendo con ellos, pero siempre pensando…

Excelente la escenografía, los efectos especiales, el vestuario, la música, todo tratado con el máximo cuidado como fiel reflejo de grandes artistas con mucho respeto hacia sus producciones y hacia su público. Una estética inolvidable.

Realmente, es una obra de teatro impecable. No solo por el tema en cuestión que moviliza, sino también por las excelentes interpretaciones de los actores que están perfectos en sus roles; es como si nadie más que cada uno de ellos podrían cubrir ese rol…La apariencia juvenil, en sus distintas facetas de Yoska, nos inculca a la perfección su estado de rebeldía, identificándonos con una tenue sonrisa; la pesadumbre del cuerpo junto con los ojos añorados del limpiabotas en la piel de Fernando, nos contagia su cansancio, nos conmueve; la superficialidad del peluquero que quiere esconder sus sentimientos protagonizado por Daniel, nos enternece y nos brinda simpatía. Tres estadios, tres miradas, tres sentimientos, tres cuerpos que en el aquí y ahora, están signados por el cielo GRIS MATE de sus vidas.

¡EXCELENTE!

Redactora: Estela Gómez

10/03/2018

Ficha técnico-artística

Autoría: Iñaki Rikarte

Actúan: Fernando García Valle, Yoska Lázaro, Daniel More.

Escenografía y vestuario: Lula Rojo

Diseño gráfico: Sabrina Lara

Realización musical: Fernando García Valle, Mario Méndes Silva

Asistente de producción: Nicolás Chiappa

Asistencia de dirección: Abril Olaizola

Prensa y Difusión: Simkin & Franco