Cuando nacemos y empezamos a caminar por el eje del tiempo, comienzan los primeros vínculos y ese primer vínculo que tenemos es con nuestra madre. Es en ese vínculo, primero por contacto y después por la mirada, es cuando se empieza a construir nuestra identidad. Existimos por la mirada del otro, “el otro al mirarme me hace existir, me identifica” (dice Sartre) y esa primera mirada es la de mamá. Seguramente, por eso Alfredito (Oscar Giménez), tuvo, tiene y tendrá un vínculo muy importante y muy fuerte con la mujer que le dio la vida.
Madre Amadísima, la obra de Santiago Escalante, que en esta oportunidad se presenta sobre el escenario, tiene su versión cinematográfica y también es una novela. Su argumento nos lleva a recorrer la vida tumultuosa de un ser sensible que quiere escaparse del sufrimiento, de la emoción pena, desahogándose, a veces atreves del llanto y, otras veces de la risa. Él, es un costurero homosexual pueblerino que, convirtiendo a la virgen en su testigo válido, la viste y le habla trayendo al presente anécdotas pasadas llenas de sinsabores y de pérdidas, en donde su relación materna fue primordial y donde la mirada del otro siempre le trajo problemas. Pero, a pesar de todo nos puede demostrar que su amor por la vida es tal, que sigue siempre adelante. Así, él pudo continuar la secuencia de contar su dolor, con aflicción y con humor, para poder seguir amando.
Este unipersonal dramático tiene un gran hechizo, Alfredito es su gran encanto. Con su tono andaluz, con su porte de niño mimado, sabe cómo atravesarnos, sabe cómo mirar, cómo recordar y como decir, hasta hacernos carne de esos sentimientos suyos. Es un gran atrapante de cariño, es imposible no quererlo, como es improbable no reaccionar a sus palabras y a sus hazañas. Y, qué decir del actor que lo puso en su piel, Oscar Giménez, que lo sentimos como un intérprete impecable, con un enorme talento explícito y con un ferviente corazón, lo que se reproduce en una excelsa actuación. Sus transformaciones, están llenas de credibilidad, de gracia, de categórica prestancia. Su energía invade todos los rincones, su ductilidad se adueña del relato, su presencia llena el escenario de teatralidad. Aplaudimos de pie, su calidad interpretativa y su cualidad artística y profesional.
Su director, Daniel Cinelli, orientó con precisión a las emotivas pausas, a los adecuados tiempos, a los sentidos silencios del actor, que fueron determinantes para mantener el ritmo constante para que no decaiga y se vuelva monótono. Un gran equipo de trabajo acompaña, para que la producción resulte óptima.
La recomendamos vehementemente, para un público abierto, libres de prejuicios, preparados para recibir muchas sensaciones, con ganas de pasar una noche excelente de teatro.
MÁXIMA RECOMENDACIÓN.
Redactora: Estela Gómez 30/07/2017
Ficha técnico artística
Autoría: Santiago Escalante
Actúan: Oscar Giménez
Voz en Off: Santiago Escalante, Pepa Luna
Vestuario: Paula Molina
Operación de luces: Matias Canony, Mario Gómez
Operación de sonido: Alejandro Piar
Fotografía: David Rosso
Prensa: Alfredo Monserrat
Puesta en escena: Daniel Cinelli
Dirección: Daniel Cinelli
Web: http://www.teatrobsas.com.ar/obras-en-cartel/madre-amadisima/
Duración: 90 minutos
TEATRO BUENOS AIRES
Rodriguez Peña 411
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 5218-5214
Web: http://www.teatrobsas.com.ar/
Entradas desde: $ 300,00 - Domingo - 21:00 hs - Hasta el 30/07/2017
Domingo - 19:30 hs - Del 06/08/2017 al 27/08/2017
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