Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.
He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.
A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.
(Pablo
Neruda)
OTOÑO
De Marcelo Ruiz
Amamos al otoño porque es el verdadero tiempo del amor…
Ella (Dora Sajevicasque), fue y será una gran mujer de mundo, carismática, audaz, conquistadora, libre. Está acostumbrada a disfrutar de la vida y del amor. Sin tapujos, ni prohibiciones, sólo con el valor de ir siempre adelante. Por eso, ahora que está un poco, solo un poco, contenida en un lugar de donde no puede salir sin permiso, esa sensación de vuelo se la da su sobrina (Lorena Cammar), que asiduamente va a verla para conversar y pasar un momento agradable. Ambas, de distintas generaciones y de diferentes formas de ser se articulan para para recordar….
El ocaso implacable parece no golpear a esa tía canchera y decidida, a pesar de que ya no es independiente, que ya no es todo lo activa que fue, el tiempo para ella es eterno y el tiempo junto a ella es eterno. Lo que tienen hoy es el vínculo con su querida Julia, una joven heredera de sus mismas inquietudes que la hace muy feliz. La música, las flores, los paseos y las ventanas abiertas siguen en sus mentes y en esos corazones palpitantes, tan abiertos que son capaces de recibir con alegría esas cosas impensadas con que la vida nos sorprende a menudo.
El autor (Marcelo Ruíz), basándose en textos de Julia Gambetti, construyó un relato dinámico, del que nos hace cómplices. Los diálogos que se establecen nos llevan a prestarles mucha atención, por su fluidez y su alternancia tan amena y creativa; así como también, a los gestos risueños y a las pícaras miradas de las actrices (Lorena Cammar, Dora Sajevicasque) que realizan un trabajo sublime de interpretación, donde se puede ver el cariño que cada una tiene por su personaje. Lorena Cammar, impecable; fresca y natural, digna de una gran actriz.
Dora Sajevicasque, excelsa; experiencia y talento se unieron en su magnífica actuación.
El director (Marcelo Ruíz), sobresale en su accionar, gracias a su mirada profunda y segura de lo que quiere trasmitir, ya que logra fascinarnos.
Con una escenografía y un vestuario (Daniela Draiye) mágico, lleno de anécdotas, risas y sorpresas, se desarrolla la historia de estas dos mujeres atemporales; las luces (diseño, Milton Moreira Muzio y operación, Agustín Intile Noble), juegan al compás del decir de ellas, y, asi, con todo el bagaje de sensaciones y de vidas compartidas, se nos presenta una maravillosa puesta en escena (Laura Nevole). Indudablemente, el equipo técnico y artístico, se unieron para brindarnos una excelente producción.
Un argumento muy emotivo, tan humano y tan enriquecedor, es el que nos brinda la obra Otoño de Marcelo Ruiz, que refleja en cada párrafo, en cada estrofa una lección de vida inigualable. Al igual que su mensaje de amor, que nos llega al alma haciéndonos reír y llorar al mismo tiempo.
Otoño, es una de esas obras de teatro que no hay que dejar de ver.
IMPERDIBLE!
Redactora: Estela Gómez
30/06/2017
Ficha técnico artística
Autoría: Marcelo Ruiz
Sobre textos de: Julia Gambetti.
Actúan: Lorena Cammar, Dora Sajevicas
Vestuario: Daniela Draiye
Escenografía: Daniela Draiye
Diseño de luces: Milton Moreira Muzio
Operación de luces: Agustín Intile Noble
Fotografía: Pablo Insaurraldi
Diseño gráfico: Milton Moreira Muzio
Asistente de producción: Natalia Roma
Prensa: Simkin & Franco
Producción: Lorena Astudillo
Puesta en escena: Laura Nevole
Dirección: Marcelo Ruiz
Web: https://www.facebook.com/otonomr/?fref=ts
Duración: 60 minutos
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