EL PADRE

El Padre

... La casa está que arde

August Strindberg

La eterna batalla de los sexos

El Capitán intenta echar luz sobre "un asunto casero". Uno de sus hombres de confianza es el supuesto padre de un niño que espera su empleada. Es tratando de derimir esta cuestión que comienza a asomar la punta del iceberg.

No es esta la única situación que lo preocupa. El Capitán padece su propia problemática familiar. Llega el momento de decidir sobre la educación de Bertha, su única hija y no logran ponerse de acuerdo al respecto, con Laura, su esposa. Están en posicones diametralmente opuestas. Mientras la madre desea mantenerla a su lado, su padre pretende enviarla a la ciudad donde entiende que logrará un formación superior que la que sugiere Laura. Un hecho que simple vista no pareciera ser tan dificil de resolver, en esta familia desencadenará una verdadera tragedia.

El texto de Strindberg, data de finales del siglo XVII, sin embargo cobra una vigencia inusitada, no solo por esta figura masculina y todopoderosa que va decayendo delante de los ojos del público sino también por el patriarcado como modelo social, que hoy en día pugnamos por abolir.

La puesta tiene momentos que permanecerán en el recuerdo de muchos. Un diálogo a solas de la pareja. Él, capitan del ejército, fusta en mano siempre, un hombre brillante, un respetado militar y un admirado científico. Ella, sólo una mujer, con todo lo que eso implica. Él todo el poder, el que la ley le otorga, el económico, el macho alpha de la manada. Ella ... simplemente ella y un duelo despiadado.

El universo de Strindberg es tan virtuoso que nos permite ver al hombre en toda su dimensión. El hombre íntegro y cabal, el hombre niño. Un ser capaz de ganar batallas, de hacer magníficos descubrimientos, de poner todo su esfuerzo y su intelecto al servicio de la ciencia y la humanidad ... derrotado por una duda, tan sólo una duda. El texto es riquísimo. Uno, como espectador, hasta puede percibir el placer que han atravesado juntos, director y elenco, para descubrir cada personaje, para jugar cada escena, porque todo está allí, a la vista.

La dirección de Marcelo Velázquez es superlativa, trabaja a gusto con un texto antiquísimo al que supo ponerle su impronta sin desvirtuarlo en lo más mínimo. La interpretación es estupenda. Estos magníficos actores, todos y cada uno, acompañan una dramaturgia potente y enérgica sin altibajos. Una escenografía impactante y significativa, un vestuario de lujo y férreas interpretaciones, hacen de esta propuesta teatral, una perla imperdible dentro de la cartelera teatral. ¡IMPERDIBLE!

Redactora: Andrea Alejandra González

Vista el 21/6/2017

Ficha técnico artística:

Autoría: August Strindberg

Actúan:

Ana María Castel, Enrique Dumont, Marcela Ferradás, Luis Gasloli, Denise Gomez Rivero, Santiago Molina Cueli, Edgardo Moreira

Músicos: Alejandro Weber

Diseño de vestuario: Paula Molina

Diseño de escenografía: Ariel Vaccaro

Diseño de luces: Alejandro Le Roux

Realización de escenografia: Ariel Vaccaro

Realización de vestuario: Paula Molina