LA NONA

LA NONA

De Tito Cossa

 

Siempre hay algo que se puede hacer para mejorar los vínculos familiares con esas personas “difíciles”. Pero no se trata de adaptarnos a todo, sino de buscar la manera de vivir en paz con los demás y con uno mismo.

 

Sé que voy a decirle algo y me va a contestar con una agresión, o lo que es peor, no contesta, ni hace caso a mi pedido. Me pone a la defensiva, me duele, me trastorna. Voy a tener que contar hasta mil para… no contestarle a los gritos. ¿Cuántas veces nos dijimos eso?

Hablamos de esa gente “difícil” que nos saca de las casillas. Esa persona en este caso es un familiar, es alguien con quien tienen que convivir, compartiendo espacios en una misma casa.

 

La nona, que personaje. Todos, de manera consciente o no, asumen un rol determinado dentro de la estructura familiar y ciertos estereotipos que se asignan y que no siempre son fáciles de quebrar. Tal es el responsable, el que se ocupa de todos. Tal es el sensible, el distraído, tal es el chinchudo, tal es el vago.

Dejar atrás los mandatos no es tarea fácil.

 

Esta familia de clase baja, subsiste el día a día, con un alto nivel de pobreza, y frecuentemente su vida se caracteriza por carencias y limitaciones respecto al acceso a muchos bienes económicos, entre los que se encuentra, los alimentos, la comida.

La Nona, tiene un apetito insaciable, come por tres, por cuatro y por cinco también, devora todo lo que ve, come sin razón, sin deseo, sólo por comer y nunca llega a satisfacerse, quiere más y más. A tal extremo que obliga a toda la familia a tener que trabajar más y más, y deben sacrifica todo para darle de comer a la anciana.

 

Y es acá dónde comienza todo, las circunstancias, traen perspectivas pesimistas que generan malestar y hasta desgracias, los lleva a apelar distintos recursos defensivos, ya que la realidad anticipa alguna situación peligrosa.

 

Cada uno de nosotros carga una mochila repleta de experiencias, de huellas emocionales que forman nuestro carácter, nuestra autoestima. Si miramos dentro de ella, encontraremos las herramientas para vivir mejor día a día.

 

La Nona, una tragicomedia, grotesca, ambientada en los años 70, en la Argentina.

Creo que la manera del actor y/o director en este caso, Rubén Cruz Brandán, de defender el teatro independiente es bajarse cada tanto a un clásico como este espectáculo.

Donde se busca y se enuncia Cultura y Esparcimiento, todo junto, sí, Cine y Teatro. Una pieza teatral que tiene Historia, desde hace ya varias décadas.

 

Conformado por un buen elenco, con muchos personajes, muy pintorescos, con particularidades bien distinguidas, y donde cada uno y una, vuelcan en escena, una mirada crítica de La Nona, documentando instantes atrapados en pensamientos propios, resentimientos, dudas y aciertos, su búsqueda, constituye su huella.   

No puedo dejar de destacar, la impecable interpretación de Carlos Cozza quien representa a LA NONA, solo con gran capacidad artística se puede llevar adelante un personaje así, logra plasmar su carisma, un papel ambicioso, donde la búsqueda y construcción del rol, se logra a la perfección; y consigue un atractivo equilibrio de amor y odio con la platea, porque por momentos es muy controversial el accionar de esta difícil e irritable abuela.  

 

Una puesta en escena y escenografía sencilla, pero cargada de objetos que son alusivos a una época y a la clase social, al igual que el vestuario, muy apropiado. Luz y sonido, acompañó la propuesta.

 

Una obra, un clásico argentino, que vale la pena siempre verla. Roberto “Tito” Cossa creó el personaje como una metáfora social abierta a varias interpretaciones.

 

La Recomiendo!

 

Redactora: Silvina Brandana

 

Ficha Técnico Artística

 

Elenco:

 

Elsa Nolasco (María)

Luisa Amorelli (Anyula)

Pablo Grosso (Chicho)

Carlos Cozza (La Nona)

Carlos Jones / Néstor Torneci (Carmelo)

María Barozza (Marta)

Rubén Cruz Brandan (Francisco)  

 

Escenografía: Gabriel Sacchi

 

Luz y Sonido: Julián Brichetta

 

Dirección: Rubén Cruz Brandán

 

Escribir comentario

Comentarios: 0