04. febrero 2017

TERRENAL

TERRENAL (Pequeño Misterio Ácrata) de Mauricio Kartun

Volvió al Teatro del Pueblo luego de una gira por España y Latinoamérica la producción más reciente y probablemente más exitosa en términos de público del gran dramaturgo argentino Mauricio Kartun. Esta es su cuarta temporada y promete seguir en la misma senda de aprobación de crítica y audiencia.

Digámoslo de entrada: nada más merecido. Kartun, tanto en su rol de autor como de director, como es el caso, hace lo que predica. "Alquimia pura, rara aleación de poesía y acción, la dramaturgia es una forma modestísima de la utopía". Tal cual.

El subtítulo de la obra hace referencia a un Misterio, que debe tomarse en el sentido medieval del término. Así se denominaban las representaciones populares que por esas épocas se hacían de los episodios religiosos.

Terrenal toma el mito bíblico de Caín y Abel, conveniente trasladado a efectos del lenguaje que mejor maneja el autor, a un loteo frustrado en algún lugar de, probablemente, la provincia de Buenos Aires, para hablarnos del capitalismo, la sociedad, la culpa, la hipocresía, el (nunca concretado) castigo a los que infrinjan las leyes divinas y también (escondida, pero jamás ausente) la esperanza. Y todo esto lo hace en un escenario despojado donde el hombre natural y el hombre histórico, siguiendo a Rousseau, dirimen dialécticamente sus diferencias en un lenguaje pleno de humor donde no falta la cita bíblica, el refranero popular, los juegos de palabras y los anacronismos en un texto poderoso que Kartun ha tejido de forma tan minuciosa como eficaz. El autor abreva, como es habitual en su obra a la historia, argentina o bíblica en este caso, y lo hace con un nivel dramático (en el sentido teatral del término) que supera sus anteriores trabajos. Kartun suele decir que texto y actor son inseparables. Quizás. Pero este texto, ganador como mejor creación literaria en la Feria del Libro del 2014, merece ser leído independientemente de su condición de obra de teatro, tan potente es.

Por supuesto que la puesta en escena y el compromiso de los intérpretes hacen al todo. Un escenario vacío, enmarcado en unos telones raídos como el vestuario de los intérpretes nos remiten a las imágenes de los viejos espectáculos de vodevil. Al fondo, en penumbras, algunos instrumentos musicales que son utilizados por los actores cuando no se hallan en escena para crear algunos efectos de sonido. Un poco de humo, un balde. Los medios técnicos utilizados, vestuario, iluminación, sonido, son tan correctos como mínimos. Suficiente. Nada que distraiga al espectador de lo importante: palabra y acción.

Claudio Da Passano como Abel, Claudio Martínez Bel como Caín y Rafael Bruza como Tatita (el Dios Padre no tan todopoderoso) nos entregan actuaciones recordables y acordes con el impresionante currículum actoral que pueden exhibir. El varieté, los cachetazos al mejor estilo circense, la técnica de clown con rotura de la cuarta pared, el recitado campero y elementos del teatro del grotesco, todos los recursos actorales se ponen en funcionamiento de la mano de estos tres grandes actores. La excelente elección del elenco es otro acierto más de Kartun.

“Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya.” Esto decía Eugene Ionesco.

Ir a presenciar Terrenal al Teatro del Pueblo, ese paradigmático espacio del teatro independiente fundado por Leónidas Barletta, es una de esas actividades indispensables.

Redactor: Nicolás Decia

Vista el 3-2-2017

Ficha técnica:

Elenco: Claudio Da Passano, Claudio Martínez Bel, Rafael Bruza

Escenografía y vestuario: Gabriela A. Fernández

Iluminación: Leandra Rodríguez

Diseño sonoro: Eliana Liuni

Fotografía: Malena Figó

Asistencia de escenografía: María Laura Voskian

Asistencia de dirección: Alan Darling

Prensa: Paula Simkin & Daniel Franco

Autor y Dirección: Mauricio Kartun.