“Cada hombre contiene varios hombres en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quienes somos” Paul Auster
Correas, la voluntad de vivir
La importancia de los vínculos en nuestro mundo interior
El profesor Carlos Correas (Raúl Rizzo), supo saciar sus necesidades en dos vínculos que han dejado marcas en él; en un hombre especial (Daniel Toppino), quien fue su compañero y que le ha dado mucho placer, y en una mujer hermosa (María Zubiri), que lo ha aceptado, subyugado y quien ha sido receptora de sus pensamientos más profundos. Ambos, son los referentes de una personalidad insegura por fuera y avasallante por dentro. Quizás, Correas buscaba la perfección leída en los textos de Nietzsche o de Kant, pero al enfrentarse a la diaria realidad se daba cuenta que no era posible porque los deseos terrenales, las ansias de amor a cualquier precio, las pasiones ocultas, no se lo permitían. Esto es lo que sentimos al ver “Correas, la voluntad de vivir” de Bernardo Carey; a través de un hombre que en vida estuvo turbado por sus pensamientos, los que tal vez ya no están, pero que si prestamos atención…los encontramos.
Bernardo Carey, un escritor que invariablemente nos acerca al ser humano en situación, vuelve a deleitarnos con su forma tan sutil de escribir. Bajo la dirección de Daniel Marcove, quien ya nos tiene acostumbrados a su talento natural, a esa forma de guiar con mucho tacto y con esa gran sensibilidad… que nos acaricia.
Hay una puesta en escena integral, en donde la atinada escenografía (Sabrina López Hovhannessian, Tamara Varela) se mimetizan con el personaje principal, ya que los libros, la máquina de escribir, el sillón, la cama, “son Correas”, con su estilo lúgubre, gastado, atravesado por el tiempo…destacamos el gran trabajo artesanal que se ve en escena; el definido vestuario (Sabrina López Hovhannessian, Tamara Varela)con su esmerado diseño nos refleja el gusto y la forma de vida de cada uno de los personajes; la exquisita música (Sergio Vainikoff) que nos pone en un clima nostálgico, lleno de recuerdos y de lejanas ensoñaciones; las luces…la producción, la coreografía, todo se torna impecable.
Raúl Rizzo, actor de raza, realiza una completa y compleja interpretación, porque navega entre una mente inteligente, con grandes saberes y en un corazón inquieto ávido de nuevas experiencias. Excelente. Como siempre, con gran dominio del escenario y de sus emociones. María Zubiri, actriz innata, se juega con su papel de mujer frívola y a la vez sufrida, en un límite muy delgado que ella lo sabe administrar muy bien. Excelente. Expresa una perfecta dualidad. Daniel Toppino, increíble actor que tiene la templanza ideal para quien el despecho es su arma de seducción y reclamo. Excelente. Su rostro, sus posturas y sus miradas, realzan su participación al máximo.
Recomendada, porque es una maravillosa obra teatral que sobresale por el enorme profesionalismo de sus actores, por su contundente y comprometido equipo técnico, y porque logra que nuestras expectativas se multipliquen, para seguir apostando y viendo al Teatro Argentino.
MÁXIMA CALIFICACIÓN! UN LUJO!
Redactora: Estela Gómez
21/10/2016
Ficha técnico- artístico
Autoría: Bernardo Carey
Actúan: Raúl Rizzo, Daniel Toppino, María Zubiri
Diseño de vestuario: Sabrina López Hovhannessian
Diseño de escenografía: Sabrina López Hovhannessian
Diseño de luces: Miguel morales
Música original: Sergio Vainikoff
Fotografía: Gianni MestichelliFicha
Asistencia de escenografía: Tamara Varela
Asistencia de vestuario: Tamara Varela
Asistencia de dirección: Anahí Rizzo Quinteros
Prensa: Haydeé Marocchi
Producción ejecutiva: Iardena Stilman
Coreografía: Vivian Luz
Dirección: Daniel Marcove
TEATRO DEL PUEBLO
Av Roque Sáenz Peña 943 Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4326-3606
Web: http://www.teatrodelpueblo.org.ar
Entrada: $ 230,00 / $ 160,00 - Viernes - 21:00 hs - Hasta el 28/10/2016
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