29. septiembre 2016

ME AMARÁS POR SIEMPRE JAMÁS

ME AMARÁS POR SIEMPRE JAMÁS

De Eugene O´Neil

Debemos estar conscientes de que ya no existe “tú y yo”, pues se ha convertido en un “nosotros”; estar seguros de que antes de ti yo no era yo, antes de mi tú no eras tú y antes de ser nosotros dos, no éramos ninguno de los dos.

Domenec Benaiges Fusté

Una relación de pareja es sin duda un desafío y más aún, mantenerla en equilibrio.

Leonora (Paula Morales) y Marcos (Sergio Griffo) viven juntos hace cinco años. Y justamente si hay algo que le falta totalmente a esta pareja, es el equilibrio emocional.

Ellos se atraen y se repelen, se buscan y se rechazan, se aman y se odian. Necesitan hacerse sufrir para amarse con más pasión.

Las señales de alerta son visibles para desgracia de la pareja, la percepción que tienen de lo que está ocurriendo suele no ser muy clara, es vaga y confusa; la mezcolanza de sentimientos nubla la percepción de la situación y uno, o ambos miembros de la relación, se ven fuertemente influenciados por la emoción antes de la razón, les resulta imposible ser objetivos frente a los problemas en que están inmersos.

El principal problema, es que dura muy poco tiempo el placer de estar juntos. El es obstinado encuentra un modo ideal para el desarrollo de sus capacidades laborales, a través de normas estrictas, disciplina y un orden proveniente del afuera, como el aislamiento. Cuando logra relajarse y dejar de lado sus pretensiones, se vuelve tierno, amable, buen amante, entregado al disfrute y busca encontrar el mismo estímulo de parte de Ella, pero ella tiene la facilidad especial para convertir el placer en displacer. Está convencida que él no valora sus acciones, y que jamás podrá entender el sentido profundo de sus demandas. Se muestra como resentida, nada la conforma. La sonrisa y el buen ánimo están “prendidos con alfileres”, se irrita con facilidad, y sufre.

Ambos hacen el esfuerzo para que el cortejo romántico se deslice por caminos de seducción y entrega; pero sus experiencias de fracasos amorosos actúan como férreas resistencias.

Estados de confusión y constantes peleas por el dominio de uno sobre otro, la apatía de una relación dependiente e incluso simbiótica, convirtiendo la relación, en un vínculo de extraña amalgama, inestable mezcla de “odio y amor”.

¿Y vos, cómo te relacionas con tu pareja?

Una lindísima puesta en escena, atractiva y muy bien presentada la historia, se disfruta del texto, y la entrega de los actores, componen eficazmente el devenir del melodrama y la reflexión de meterse con el conflicto humano, la inestabilidad emocional de dos personas que se hacen mal por amarse. Si bien son estereotipos en su forma externa, se pueden observar personalidades muy facetadas internamente, que aprovechan cada giro que ofrece el libreto. Se ponen en la piel de esta pareja tóxica.

La adaptación y/o dirección desarrolla la línea de pensamiento organizada por su autora, lo central es el mensaje y este llega claramente. Todo lo demás se ubica armoniosamente.

El espacio acompaña a la perfección estas idas y vueltas, estos recovecos que tiene el amor; y el trabajo lumínico es destacable, va marcando la intensidad pasional de cada escena.

Muy interesante de ver.

Redactora: Silvina Brandana

Ficha técnico artística

Autoría: Eugene O´Neil

Adaptación: Dalia Elnecavé

Actúan: Sergio Griffo, Paula Morales

Vestuario: Corine Fonrouge

Escenografía: Nadina Fushimi

Diseño de luces: Leandra Rodríguez

Música original: Gabriel Magni

Fotografía: Gabriel Machado

Asistencia de iluminación: Damian Monzon