TUTE CABRERO

“El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma” ARTHUR MILLER

“Tute cabrero”

De Tito Cossa

El lugar donde trabajamos representa una oportunidad para generar nuevos vínculos de amistad y fraternidad; encontrar grupos de pertenencia en donde se da la posibilidad de compartir de manera grupal nuestros valores y nuestras experiencias. Para algunas personas, trabajar, es simplemente el medio para subsistir o para conseguir determinado estatus social o económico. Para otras, constituye su vida misma. Con éstos conceptos nos adentramos en la obra de teatro “Tute Cabrero”, de Tito Cossa, uno de los dramaturgos más importantes de la historia del teatro argentino.

Tres arquitectos, que trabajan para una importante empresa, además de ser compañeros, han logrado una aparente amistad. De pronto, les comunican que uno de ellos tiene que abandonar su puesto, dejándoles a su criterio ésta elección. Tienen un tiempo, y luego, si no deciden la compañía se encargará de hacerlo. Durante éste lapso, se produce un quiebre en sus actitudes, ya que de la amabilidad, del compañerismo y de los buenos comentarios, pasan a la desesperación, al egoísmos y a los reproches. Carlos (Mariano Ulanovsky), lleva muchos años en ese lugar, se siente parte de él y considera que Sergio (Gastón Cocchiarale), se tiene que retirar porque es el último en entrar; a su vez, Sergio, piensa que Carlos ya no está apto, por su edad, para las labores que se le asignan. Por otro lado parte, Sosa (Eduardo Juncadella), se debate entre ambos, pensando que, también él, podría ser despedido. Todo esto va acompañado por algunas situaciones personales en donde sacan a la luz sus miserias.

Es una puesta con mucha claridad de conceptos, tanto de los intérpretes al reflejar con franqueza sus deseos y sus ambiciones, como de la dirección (Emiliano Delucchi) que consigue que el mundo interno de cada uno sea espontáneamente visible, aplicando el justo distanciamiento de los sentimientos cuando es necesario. Está muy bien presentada, ya que adapta en un espacio escénico varios lugares, así nos podemos imaginar estar en una oficina o en el domicilio de cada personaje, junto a sus afectos principales.

Gastón Cocchiarale, Eduardo Juncadella, Mariano Ulanovsky, tienen mucha presencia escénica, desarrollan sus roles con mucha vehemencia, lo que demuestra realmente como se han compenetrado con la ira, el dolor y la bronca, vivenciando lo que sienten éstos empleados cuya vida pasa solamente por ese estado de ser más “trabajador” que “persona”. Con gestos histriónicos, miradas penetrantes, vestuario condicionado, y con la ayuda de la precisa iluminación, y otros elementos escénicos, Marina Lamarca, María Laura Rolle, Victoria Sarchi , son capaz de dar vida a las fieles cómplices que aconsejan, influyen, e intentan desentrañar el desorden mental que tienen sus acompañantes.

La recomendamos especialmente, porque estos maravillosos artistas son auténticos, hacen suya una historia con matices humanos complejos, se introducen dentro de ella y, después, nos la cuentan a través de un impecable lenguaje verbal y corporal.

¡Para no perdérsela!

Redactora: Estela Gómez

27/06/2015

Ficha técnico-artística:

Autoría: Tito Cossa

Actúan: Gastón Cocchiarale, Eduardo Juncadella, Marina Lamarca, María Laura Rolle, Victoria Sarchi, Mariano Ulanovsky

Trailer: Nicolás Dominikow

Escenografía: Emiliano Delucchi

Iluminación: Jorge Ferro

Operación de luces: Nicolás Dominikow, Vanina Falcone

Fotografía: Natalia Balza, Christian Inglize

Diseño gráfico: Juan Manuel Docampo