REINA, UNA NUEVA LÍDER

Reina, una nueva líder

De Marcelo Camaño

Donde reina la mujer, el diablo es primer ministro.

Anónimo

Buenos Aires. 1° de Mayo de 1952. El General, su esposa y un comité especial esperan la llegada de las jóvenes postulantes: la Futura Reina Obrera. 

Algo mucho más grande comienza a revelarse detrás de lo que sólo parecía ser un simple concurso de belleza criolla. 

Cinco integrantes comparten un viaje en común, dentro de una casa rodante, tienen un destino, y una hora fija para llegar, pero un contratiempo los detendrá a mitad de camino. Una doctora científica que investiga la genética, con un interés particular en la sangre de una persona, y un grupo de ayudantes, serán testigos de los efectos y resultados que causan los anticuerpos, las propiedades del ADN como molécula de la herencia, su manipulación y transferencia, y la importancia del descubrimiento de una vida dentro de un experimento humano. 

Un final de “novela” que se tiñe de color, y estalla una causa que complica la llegada de la Reina. 

Una obra llena de climas, tenso, con suspenso, un toque siniestro, y en especial la intriga que plantea en develar el nudo central que profundiza la ficción; tema complejo que refleja una de las tantas historias de nuestro país, contada desde lo esotérico, me llevó a la película Wakolda de Lucía Puenzo. Trata con seriedad un tema muy difícil y sensible, como la obsesión en el experimento biológico hereditario, que tiene que ver con Evita, donde Perón y los nazis están relacionados, una trama interesante que cumple con el objetivo de entretener.      

Movilizadora e impactante, por la calidad de los maravillosos actores, estremece la reconstrucción en un momento del experimento, las actuaciones son tan buenas que le vuelcan momentos violentos, como de extrañeza, aunque el argumento no ayude tanto.  

Muy buena la escenografía, cargado de utilería, y elementos que tienen que ver con la temática. Muy bien remarcada la época, con la elección del vestuario. Luces y sonido acompañó acertadamente la puesta.