LA ESCALA HUMANA

“El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja, el problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos” Fernando Savater (filósofo español)

“LA ESCALA HUMANA”

De Rafael Spregelburg, Alejandro Tantanian,

Javier Daulte

Podemos decir que la conducta es el conjunto de reacciones y actitudes de una persona frente a estímulos y situaciones dadas; no hay nada que sea lo contrario de conducta; es imposible no comportarse. Toda conducta es una situación de interacción, es decir, que tiene un valor de mensaje, es comunicación.

Al ver la obra teatral, “LA ESCALA HUMANA”, de Rafael Spregelburg, Alejandro Tantanian y Javier Daulte, nos damos cuenta que es el metamensaje de una comunicación verbal y gestual, llena de eventos de gran impacto generados por ansiedades, constantes obsesiones incontrolables, que para aliviarlas, los personajes nos revelan una serie de conductas anormales, que son compulsiones extremas.

La trama nos habla de una familia convencional (hasta que, de pronto, deja de serlo), pero disfuncional, es decir que sus miembros forman parte de malentendidos, incomprensiones, ocultamientos. Así, vemos a Mini (Paula Sánchez), una madre frustrada y enajenada, producto de un pasado doloroso que realiza varios hechos desgraciados; a Silvi (Liliana Vallarini), una hija con actitudes incrédulas y asustadizas, fruto de la inseguridad familiar impuesta; a Leandro (Ulises Levanavicius), uno de los hijos negadores, que no asume la realidad respecto de la dificultad familiar; a Nene (Guillermo Gallegos), el otro hijo encubridor, cuya acción predominante es el amparo, la defensa y los cuidados excesivos de un hecho injustificable; y, a Norberto Suardi (Leopoldo Barbieri) el reciente novio de Mimí, una persona reticente que reacciona fóbicamente ante algo que no quiere decir.

Todo es un misterio, todo es un enigma; ¿Por qué Mini, hizo lo que hizo? ¿Por qué, sus hijos, Silvi, Leandro, Nene, lo aceptan? Y, ¿por qué tratan de esconder todo? Nada es lo que parece, ni siquiera en Norberto Suardi podemos confiar…

El grupo artístico, supera nuestras expectativas ya que la unión de la fuerza de trabajo con las ganas y el profesionalismo que profesan Paula Sánchez, Liliana Vallarini, Ulises Levanavicius, Guillermo Gallegos, Leopoldo Barbieri, los eleva, convirtiéndose en una sublime muestra de méritos. Impresionante, es ver la Escenografía (Gonzalo Monzón) perfectamente adecuada al encuadre del relato. Es un equipo compacto; sólido por donde se lo mire; se trasluce estudio y dedicación.

Qué decir del director Claudio Depirro, que con su experta mirada logra aunar capacidades, demostrando que los actores son auténticos virtuosos, captando y ejecutando sus roles con una coordinación directa hacia la creación dramática.

La transversalidad que surge de la tranquila cotidianeidad, unida a lo trágico y trasgresor, y más aún, atravesada por lo altamente superficial y lo profundamente real, dan como resultado una puesta de vanguardia. La trilogía mental de avanzada de sus premiados autores, convergen en una línea imaginaria muy sutil que nos ubica en dos mundos paralelos que conviven casi indescriptiblemente y que se hace verdadero cuando lo vemos reflejado en escena.

Recomendamos “La Escala Humana” para todos los espectadores indiscretos, interesados en ahondar las formas de vida actual en donde la frivolidad es más importante que la humanidad. Lo increíble de ésta historia es tan creible, como la punzante realidad.

Redactora: Estela Gómez

25/04/2015

Elenco:

Mini: Paula Sánchez,

Silvi: Liliana Vallarini,

Leandro: Ulises Levanavicius,

Nene: Guillermo Gallegos,

Norberto Suardi: Leopoldo Barbieri

Dirección: Claudio Depirro

Asistente de Dirección: Nataly Hundewadt

Asistentes Ténicos: Lucia Travaglia, Matías Manetti Cusa

Arte Diseño y Fotografía: Felipe Tolengo