El Señor Galindez Eduardo Tato Pavlovsky
La violencia no es fuerza sino debilidad, nunca podrá crear cosa alguna, solamente la destruirá.
Benedetto Croce (1866-1952) Historiador, humanista y filósofo italiano.
Dificulto que alguien se acerque al teatro sin tener idea alguna de lo que va a ver. El Sr. Galindez es una de las obras más consagradas de Eduardo Tato Pavlovsky, actor, autor, director, psicólogo, maestro de actores y vaya a saber cuantas cosas más. Escrita en el año 1973 se convirtió en una terrorífica profecía de lo que estaba por venir y fue la obra que consagró a su autor a nivel internacional.
Eduardo (Pablo Wallusckek) espera nervioso sentando a una mesa, por momentos se queda dormido a pesar de sus denodados intentos de mantenerse alerta. Beto (Daniel Loisi) y Pepe (Christian Heredia) irrumpen en el lugar y no pueden disimular su estupor al encontrarse con este jóven, nadie les avisó que iba a ir alguien, sin embargo Eduardo se presenta y extiende una carta, él es enviado por el Sr. Galindez, está allí para ser formado por ellos. Beto y Pepe trabajan hace años para Galindez, pero jamás han tenido otro tipo de contacto con él que no sea por teléfono. Eduardo lo conoce a través de sus textos. La bienvenida no es la esperada ni es la mejor, si de algo carecen esos hombres es precisamente de buenos modales. Eduardo debe pagar derecho de piso por ser nuevo y vaya si se lo van a cobrar. La violencia y la intolerancia comienzan a apoderarse de estos dos sujetos. A medida que pasa el tiempo la vehemencia y la ferocidad que ejercen sobre el visitante comienza a incrementarse. Estos hombres además de desempeñarse en esta tarea tiene una vida privada, una familia, una casa y con el trascurrir del tiempo dejan entreveer que tipo de relaciones entablan con su círculo más íntimo y es en esos momentos donde por contraposición el fascismo que los invade cobra más patetismo. Beto tiene instalada una duda, siente que por momentos la voz de Galindez no es la misma, tiene miedo, teme por su vida y traspasa estos miedos a su compañero, la psicosis ya está plantada. Uno de los llamados de Galíndez es para avisarles que va en camino un paquete, el "obsequio" tiene forma de mujer, más precisamente dos bellas mujeres (Laura Manzaneda- Marilú Maygret) con las que Beto y Pepe deciden pasar un momento divertido, a su manera, porque la violencia es la única manera que ellos conocen para relacionarse. Eduardo lo pasa muy mal siendo testigo de tamaña bestialidad pero a medida que pase el tiempo la irá asimilando lo que sumado a su formación ideológica podrá convertirlo en un elemento mucho más amenazante que quienes tienen a su cargo su adiestramiento.
Todas las versiones de esta obra son duras y difíciles de digerir pero esta lo es especialmente. Es decisión del director involucrar más allá del texto a los personajes con el público. Uno de los ejemplos más concretos es cuando Eduardo siendo víctima de un rapto de furia por parte de uno de sus maestros pide auxilio al público. Esta escena es logradísima, despierta en el espectador una impotencia desmedida. lo sacude de la butaca que al momento había dejado de ser un simple asiento para convertirse en un bunker.
Magnífica puesta, sencilla en su escenografía totalmente funcional con el relato, no se necesita mucho para ambientar una oscura guarida. Férrea dirección de Daniel Loisi, en una obra con un texto marcado a fuego por la furia es factible que no se llegue a explotar la fuerza del texto en su totalidad, sin embargo Loisi logra que sus personajes sean lo suficientemente enérgicos a la hora de poner en manifiesto la fiereza de sus personalidades. Es una obra shockeante, conmovedora y totalmente necesaria. En los tiempos que corren nadie debería quedarse sin verla, los que vivimos la última y siniestra dictadura y los jóvenes que tuvieron la suerte de nacer en democracia, sobre todo estos últimos, para que logren entender las sangrientas jornadas del pasado y valoren y trabajen por sostener este sistema de gobierno que tal vez no sea perfecto pero es el único que defiende la soberanía del pueblo y tenemos que trabajar para sostenerlo a diario.
Uno de los tantos aciertos de esta puesta es que al terminar la función y posterior a los aplausos, que ejercen un efecto catártico porque el espectador cae en la cuenta que lo que vió era solo una obra de teatro, que puede irse y alejarse de esa atmósfera asfixiante donde solo se respira odio y ensañamiento. Daniel Loisi, propone una charla posterior, que posee un efecto relajante, un debate, un intercambio de ideas, una lectura de lo recientemente vivido, es un momento muy generoso de parte del elenco y a su vez muy agradecido por el público, lo libera de la tensión acumulada y lo ayuda a irse con el sólido mensaje que propone el texto.
Cabe destacar que esta puesta fue declarada de Interés Cultural en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la Legislatura Porteña y también en la Ciudad de Mar del Plata.
Esta propuesta, en su cuarta temporada, es un magnífico y sentido homenaje para su autor, quien el día 15 de Abril de 2015 será declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en la Legislatura Porteña, título muy merecido por cierto.
Categóricamente Excelente!
Nadie debería dejar de verla.
Redactora: Andrea Alejandra González
Vista el 3/04/2015
Ficha técnico - artística:
Dramaturgia: Eduardo Tato Pavlovsky
Dirección General: Daniel Loisi
Elenco:
Daniel Loisi
Christian Heredia
Pablo Walluschek
Laura Manzaneda
Marilú Maygret
VIERNES 22.45Hs.
TEATRO "LA MUECA"
José Antonio Cabrera 4255. (CABA)
Tel: 4867-2155
A 2 Cuadras y 1/2 de Gascón y 1 Cuadra de Córdoba.
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Gaspar (miércoles, 22 abril 2015 16:12)
Grandes actuaciones y buen ritmo. Recomendadìsima!!