LA MUJER PUERCA

LA MUJER PUERCA

De Santiago Loza

Todos los sábados de marzo a las 19.00hs, Viví el mes de la Mujer en la TV Pública.

“Mujeres Apasionadas” del ciclo Entrá en el estudio mayor de la TVP con

Entrada Libre y Gratuita.

TV Pública presentó el Sábado 21/03 la obra teatral:

“La Mujer Puerca” de Santiago Loza

Actuación: Valeria Lois

Dirección: Lisandro Rodríguez

Es difícil reconocer al Resucitado, sobre todo con la visión nublada por la tristeza.

Resurrección es abrazar de nuevo aquello que te da la vida, que te hace volver a sonreír… y contarlo.

La historia le pertenece a una mujer, de apariencia humilde, sencilla al hablar, extraña o rara por lo sorprendente y original de su historia de vida, porque carece de lógica, el buen humor que le pone a un relato cargado de paciencia para sufrir y valor para resistir, pero, sustentada por su gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús, a tal punto que confiesa entre muchas otras cosas, su deseo de ser santa y así tener el alma en perfecta tranquilidad. Espera el milagro y con este su salvación.

Esta peregrina tiene un temperamento sereno, es lo que le permite soportar las penas que la han mortificado tanto, el peso de las marcas que carga, cicatrices que jamás cerraran, sólo le queda su fe, su creencia ciega, y a través de ellas justificar todo lo vivido. Empezando por su nacimiento que la culpaban por la muerte de su madre, una infancia de huérfana provocando un vacío interior, el poco afecto en su niñez de quien la crío, su tía, quien la llamaba “Puerca. Sos puerca” le decía, el rechazo y el aislamiento por ser una paria, y a partir de allí una serie de relatos que van transformando esa inocente niña, en una mujercita llena de tristeza, que transita caminos oscuros y la conducen a un precipicio, a un infierno, al peor de los destinos con rostro de mujer, ser una esclava sexual, una recluta de la prostitución. Lamentablemente, esta práctica degradante trae consecuencias devastadoras, su situación de vulnerabilidad, el no tener a nadie que la protegiera, la llevó ha encomendarse al servicio del prójimo, envuelta en sentimientos de derrota y desilusión, ofrece placer sin recibirlo, y a cambio La Mujer Puerca  aguarda una señal, un milagro, camina con esa idea, que algo o alguien le conceda la santidad como a una virgen.   

“El camino para ver con la fe es cerrar los ojos de la razón”.

Benjamín Franklin 

Una obra cargada de desafíos audaces, de criterios verdaderos y actitudes contrarias al amor, como el egoísmo, la injusticia, la violencia, el desprecio, la discriminación… pero puestos en un clima que provoca diferentes estados emocionales, sensaciones arbitrarias, porque las anécdotas generan risas, junto a las reflexiones, y de nuevo carcajadas, y de pronto, te preguntabas ¿pero de qué me río?, si es terrible lo que cuenta…y los tiempos, que la actriz se toma, para seguir con el relato, te proporciona volver a las circunstancias del momento. En fin un texto brillante, inteligente, lleno de matices, agudo en todo momento, el ingenio y el discernimiento de SANTIAGO LOZA lo hace admirable.

Interpretado de forma deslumbrante, sublime, con una fuerza arrolladora, VALERIA LOIS asume un compromiso en la construcción de su papel, que brota y difunde su talento durante los 50 minutos.  

Para hacer de esta dramaturgia la perfección, se necesita de un genial y contundente director LISANDRO RODRÍGUEZ.