23. marzo 2015

ERRANTE EN LAS SOMBRAS

Errante en la sombra

Federico Andahazi

..."el más grande cantor de todos los tiempos, después de Gardel"...

Y finalmente sucedió el milagro, el que puso esta obra donde todos los que tuvimos la oportunidad de leer el libro teníamos necesidad de verla, sobre las tablas, donde podemos oír los acordes que imaginamos y escuchar las voces que soñamos, donde todo lo que pobló nuestra imaginación cobra vida, ahí delante de nuestros propios ojos.

Juan Molina es el "huesped v.i.p" de este presidio, el relator (Pablo Goldberg) pone énfasis al describir la virtuosidad de su voz y su persona, la admiración que le despierta y su compasión, porque Juan como la letra de sus tangos estaba destinado a padecer.

Juan (Carlos Ledrag) nace en un conventillo de La Boca, de familia muy humilde, una madre abnegada y un padre alcohólico que descarga su frustración en el pequeño que desde purrete ya encandilaba a todos con su sensibilidad y su magnífica voz. A medida que fue creciendo su único deseo era poder cantar y amenizar las noches del lujoso Armenonville, donde Gardel y Razzano debutaran allá por principios del 14.

Ivonne (Lucía Gerpe) nació bajo otro nombre en Polonia y fue traída como tantas otras para convertirse en la prostituta más cara del Royal Pigalle, un conocido cabaret de la calle Corrientes, donde Canaro marcaba el ritmo del 2x4. Ella, frágil y sumisa, entregaba su cuerpo en forma sistemática pero su corazón lo tenía entregado a quien solo con su voz hacia su vida un poco menos miserable, el zorzal criollo (Gastón Biagioni).

El destino jugaba caprichosamente con los tres, los cruzaba cada tanto sin que ellos siquiera lo sospecharan. Juan hace sus primeros intentos para convertirse en estrella pero termina contratado como luchador de catch en el cabaret, allí conoce a Ivonne y poco a poco irá ganandose su confianza y entregandole su vida, Don Destino que estaba empecinado en complicar aún más sus míseras existencias acerca la última pieza del rompecabezas ... el amado y admirado por ambos, Carlos Gardel, así completa ese triángulo fatídico de amor, locura y muerte.

Juan Molina, el más grande cantor de todos los tiempos, después de Gardel, se encamina pausada pero inequívocamente a su sino fatal y aún asi el no deja de cantar.

El sublime texto original es de Federico Andahazi, la dramaturgia que transmuta el libro en obra de teatro es de Adrián Blanco, Pablo Goldberg y Carlos Ledrag. La magnífica dirección de Adrián Blanco, quien junto a sus compañeros de letras supieron infundirle vida a estos maravillosos personajes que esperaban agazapados en las páginas de un ejemplar esperando el momento oportuno para poder tomar una forma corpórea, tener una voz y poder usarla. La tarea no era fácil pero las ganas debíeron ser muchas porque el resultado fue maravilloso. La puesta en escena es dinámica y por demás inteligente. El espectador no tiene respiro, las escenas se suceden unas a otras sin parar. La música, orquesta en vivo, es un vehículo natural, es como el mismo aire en la vida de estos inocentes. El desempeño actoral es excelso, cada uno de esos personajes caló hondo en quienes le prestan su cuerpo y su voz para brindar testimonio de los hechos. Las voces de los protagonistas son sublimes, hay tanta pasión y tanta fuerza en esas interpretaciones que conmueven poderosamente. La técnica tiene un rol fundamental en esta obra, luz y sonido acompañan a la perfección esta propuesta. La escenografía es espléndida, unas mesas y unos bancos rodantes de madera rústica puede ser un auto, un camión, un escenario, una cama, una mesa o un ataúd. Unas telas de vibrantes colores darán la ambientación perfecta para ubicarnos en los antiguos conventillos de La Boca y al mismo tiempo harán las veces de camarines improvisados y foro. El vestuario de algunos personajes consiste en un traje a rayas de presidiario, con alguna prenda o accesorio oportunista para jugar determinado rol pero el traje siempre está presente, recordando el drama que se cierne sobre ellos como una nube negra. El resto del vestuario es categórico y acertado. Se hace un uso total y absoluto del espacio del que dispone la sala 3 del Cultural San Martín y la puesta es totalmente funcional con el relato.

Voces maravillosas, sólidas interpretaciones y una trama tan atrapante como emotiva hacen de este hecho teatral una propuesta necesaria para la escena nacional. Es una obra para ver más de una vez, el disfrute es inconmensurable. Claramente... ¡IMPERDIBLE!

EXCELENTE

REDACTORA: Andrea Alejandra González

Vista el 14/3/2015

Ficha técnico artística

Autoría: Federico Andahazi

Dramaturgia: Adrián Blanco, Pablo Goldberg, Carlos Ledrag

Actúan: Javier Araya, Gastón Biagioni, Alejandro Degasperi, Mario Galvano, Lucia Gerpe, Pablo Goldberg, Carlos Ledrag, Marita Picasso

Músicos: Leandro Angeli, Daniel Domingo Iacovino, Juan Schloeder, Pablo German Sensottera

Vestuario: Liliana Robaina

Escenografía: Liliana Robaina

Diseño de luces: Leandra Rodríguez

Fotografía: Sol Janik