10. marzo 2015

Demasiado cortas las piernas

Demasiado cortas las piernas

Katja Brunner

...Cuando se ama ¿DE VERDAD? no importa la edad.

Cuando se ama con ¡LOCURA! no importa la estatura...

Cinco personajes que bien podrían ser investigadores o profesionales de la salud, no viene demasiado al caso comienzan a analizar paso a paso un hecho acontecido en el seno de una familia burguesa compuesta por madre, padre e hija, estos últimos unidos en un vínculo indisoluble.

Un video en blanco y negro proyectado en la pared de un cuarto infantil, una voz femenina que relata con miedo el tormento sufrido en un quirófano y comienza el trabajo de "reconstrucción" de un hecho terrible y al mismo tiempo la reconstrucción de un texto y un hecho teatral que ira sin prisa pero sin pausa introduciéndose dentro del espectador en busca del sitio más acogedor de esa psiquis donde anclar.

Cinco personajes, cuatro hombres y una mujer, ocupación indefinida, sin nombres, analíticos y decididos. En otro espacio, la recreación del rincón de un living y una mujer que recuerda. La aparición en escena de una mujer ¿o de una niña? ¿ o de ambas? que ve proyectado su agonía en la pared de ese cuarto y que comienza un relato totalmente fragmentado. El protagonista de su exposición es su padre, su padre y el amor por los animales, su padre y los juegos compartidos, su padre y sus pensamientos, su padre y la relación que los unía más allá de todo lo imaginado, su padre... ese personaje del que no conocemos su nombre ni su rostro sin embargo podemos sentir su poderosa presencia.

Una niña/mujer que le pide al espectador que se abstraiga de todo pre-concepto y que analice junto a ella el proceder de su padre, el "profundo amor" que sentía por ella. Esa niña /mujer que narra con lujo de detalles la historia de un abuso psíquico y físico al que fue sometida desde su más tierna infancia. Esa niña/mujer que no conoce otra forma de amor que no sea ese extremo vínculo enfermizo con su padre ante el silencio desesperante de su madre. Una niña/mujer que pasa por todos los estadios, que siente culpa, orgullo, terror, bronca, dolor, amor, pasión y todo lo siente al extremo.

Es una propuesta muy jugada de todo punto de vista, por el tema que aborda, por la manera de hacerlo, por la construcción textual, por la variedad de recursos que se ponen en juego y por las abominables imágenes que nos otorgan algunos diálogos. El juego que plantea la dramaturgia original es muy amplio y abierto y Diego Faturos aceptó el gran desafío, tiene muñeca suficiente para pilotear semejante proyecto y lo ha hecho de manera excepcional. Las actuaciones son espléndidas. Cabe destacar el brillante desempeño de Julieta Vallina, como la niña/mujer abusada. Su personaje explora cada rincón de ese organismo y ese espíritu ultrajado hasta la locura. No queda una sola fibra sin explorar por esta magnífica actriz.

No es una puesta fácil pero tampoco es imposible, hay pequeños chispazos de humor que ayudan a cortar el opresivo clima reinante y el mismo fraccionamiento del relato es un punto a favor que no quita dramatismo pero es una bocanada de aire en medio de tanto suplicio. El espectador no podrá por más que lo intente quedar afuera de la historia, los personajes lo elegirán como su interlocutor directo. Subirse a esta propuesta es comparable a subirse a un carro en una montaña rusa de sentimientos, es maravilloso descubrir la gama de sensaciones que somos capaces de transitar.

Cuando se bucea en el origen de la obra y se conoce que su autora la escribió cuando tenía apenas dieciocho años de edad sorprende aún más la crudeza de sus líneas.

Excelente!

Redactora: Andrea Alejandra González

Vista el 6/03/2015

Ficha técnico artístico

Dramaturgia: Katja Brunner

Traducción:Carla Imbrogno

Actúan:Cinthia Guerra, Julián Krakov, Matias Labadens, Francisco Lumerman, Lala Mendia, Javier Rodríguez Cano, Julieta Vallina

Escenografía:Eliana Itovich

Video:Felipe Garrido

Animación:Javier Timossi

Ilustrador:Augusto Consthanzo

Diseño gráfico:Julieta García Zacarías