FEDRA 

FEDRA / P H A I D R A

De Yannis Ritsos

Una odisea griega, que habla sobre el amor no correspondido, un apego profundo y oscuro, prohibido e incisivo, provocativo y ajeno a toda convención. 

Fedra de Ritsos (Carla Solari) es apasionada, con cierta aura de misterio, tiene elegancia y excentricidad.

Desea desesperadamente a Hipólito (Fernando Ponce), quien con su silencio y tibias miradas, provoca aún más la reacción temperamental de Fedra.  

Ambos están perdidos, ella por estar enamorada; él porque conoce su triste destino.    

La historia universal gira alrededor de la palabra de ella, como única voz, tal vez con el fin de no perder su posición social o bien, atormentada por su irreprimible pasión por su hijastro, que la rechaza, Fedra cuenta a su marido Teseo que Hipólito la ha violado, precipitando así la caída y desgracia del varón. 

Ella comparte con él su osadía, su reveladora vida emocional, ya no puede dominar su corazón y menos la razón, habla de sus excesos, plantea sus obsesiones acerca del sexo, la sangre, los sentidos y la eternidad de su deseo, el que tanto ha controlado y retenido, del que solo la muerte podrá liberarla, desencadenando así el infortunio, respaldado por el tabú universal que supone el amor entre un hijastro y su madrastra –aunque ni siquiera podría calificarse de incestuoso ya que el enlace entre ellos, no es de sangre–. 

En las tablas los actores sufren, especialmente ella la protagonista de (Fedra) despliega un texto intenso, cubierto de metáforas, que pone en jaque la conducta humana y el desatino de los dioses. Totalmente a prueba su buena memoria, y el universo de las palabras, a través del lenguaje y la atención. Buen desempeño.

(Hipólito), lleva a cabo la tarea de expresar lo que espera, lo que siente pero sin letra, la profundidad de su mirada, lo subjetivo, las condiciones de vida sumamente ingratas se harán presentes por sus gestos, que son los planos que dan forma a la motivación y convicción de ella; su comportamiento es interacción espacial, el que distingue lo que constituye el corazón de la noción. 

Puestos en valor sus actuaciones por una escenografía y vestuario minimalista y elegante; acreditada por la iluminación y el sonido. 

Traiciones, desilusiones, engaños, juegos de poder y tabúes: esta obra reúne los ingredientes de una tragedia, con una modernidad que ElKafka Teatro supo evidenciar.