ALGUIEN VA A VENIR

ALGUIEN VA A VENIR

De Jon Fosse

 

Al querer la libertad descubrimos que ella depende enteramente de la libertad de los demás.

Jean Paul Sartre 


Ella y Él llegan a una casa sobre unos acantilados, con el anhelo de emprender una nueva vida, solos, lejos de los demás y del bullicio urbano. Solos, el uno con el otro, juntos, solos…

Sin embargo al estar ahí frente al mar, a punto de atravesar la puerta de su nuevo hogar, de pronto la inquietud se apodera de Ella. Ése no es el lugar soñado y la belleza del paisaje resulta desoladora: alguien va a venir, se dice y reitera una y otra vez. Lo intuye, lo presiente, el miedo y la inseguridad crea una incertidumbre, su angustia ante la presencia de un otro invade toda la alegría que los trajo hasta ahí.

 

Tras intentar calmarla, la inquietud se va insinuando también en Él.

La aparición del "otro" no se hace esperar, y su presencia amenaza con destruir la armonía de la pareja, conduciéndolos hacia un abismo que ya parecía habitar a los protagonistas, incapaces de salvaguardar su vínculo amoroso. Un vínculo que se enturbia de la noche a la mañana, la tensión, las situaciones incómodas para ambas partes hacen de actitudes desafortunadas con la llegada del desconocido.

Pero, también es posible, leer claramente que marchaban hacia un vínculo tóxico, la situación se vuelve más extrema e imperativa con la presencia de este hombre, pero los indicios de conflictividad venían de antes. El responsable del malestar emocional que podamos experimentar es “el otro”. Así indica el “sentido común”. Pero algo debe fallar en esos razonamientos, porque al mismo tiempo ese “otro”, al que responsabilizan por el conflicto, ve la situación exactamente al revés. Será, ¿qué el conflicto existe con sí mismo?

En realidad verán “afuera” eso que padecen “adentro”, inseguridad, deslealtad, vacío…

 

La incompatibilidad con el extraño, ronda la cabeza de ambos protagonistas, sospechas y temores que finalmente se ven materializados. Su presencia, con aire superior, inspira desconfianza y agresividad, habla de sí mismo, va y viene por los alrededores de la casa, y disfruta el hacerles sentir que la llave del poder está en sus manos, y que no hay rincón adonde él no llegue o conozca, ni información que se le escape. Es un intrigante y perturbador, especialmente para él, esto merece una discusión constante con ella, por su accionar, desencadenando una carrera de celos, que lo obsesiona y lo persigue.

 

Así comienza Alguien va a venir, de Jon Fosse (1959), dramaturgo contemporáneo noruego. Premiado y representado en toda Europa, con una decena de obras en su haber, pero por primera vez con esta obra, en Argentina. 

El lenguaje que aborda problemáticas, es de un claro tinte existencial, da cuerpo a situaciones límite en las que se dirime la incapacidad de los personajes para resistirlas o siquiera articularlas.

Sus obras están muy bien estructuradas, con un estilo repetitivo en algún lugar entre el realismo y el absurdo. Su lenguaje es poético y está claramente influenciado por el existencialismo, tienden a explorar las relaciones -o la ausencia de éstas- entre las personas.

 

Todo texto dramático tiene siempre algo de extranjero, en este caso la psicología introspectiva, empleada desde la estética del subconsciente. Facetas repetidas, muy sutilizadas, con escasa novedad sobre la situación básica; el drama simbólico se atendrá a este inmenso problema del ser humano en cuanto a su definición y en cuanto a su destino.

Lo interesante de esta obra, es la propuesta de sus directoras, que logran narrar, casi sin “escenas”, monólogos internos, rotos, vacíos, ellas procesan una mirada propia, con identidad, aspectos de nuestra realidad más inmediata. Con un final, que termina en la cabeza de los espectadores.

 

Los actores muy buen desempeño todos, con un destaque a la actriz Georgina Frattini por su lenguaje corporal y gestual especialmente, por momentos enamorada, enajenada, desorbitada, unos cambios de estado muy creíbles.

 

Minimalista la puesta en escena, caracterizada por la abstracción y sencillez.

Una muy buena escenografía, artística, que utiliza elementos mínimos y básicos, como colores puros, formas geométricas simples, rectilíneas, con austeridad y  casi ausencia de ornamentos, pero con una precisión en los acabados de sus materiales; felicitaciones tanto a su diseñadora como al realizador de la misma. 

 

Calificación: Muy Buena

 

Redactora: Silvina Brandana

 


Ficha técnico artístico

Autoría: Jon Fosse

Traducción: Francisco J. Uriz

Actúan: Pablo Casal, Georgina Frattini, Hernán Glatsman

Diseño de vestuario: Verónica Pacheco

Diseño de escenografía: Magali Acha

Diseño de luces: Magali Acha

Realización escenográfica: Darío Szraka

Video: Sala Uno

Prensa: Mariano Casas Di Nardo

Dirección: María Garaventto, Marta Villar.

 

ESPACIO CULTURAL PATA DE GANSO

Zelaya 3122 CABA - Teléfono: 4862-0209

VIERNES 21.00HS  

Escribir comentario

Comentarios: 0