LÚCIDO

LÚCIDO

De Rafael  Spregelburd  

“Siempre estoy como entre dos mundos, el real y el onírico.

Tengo ilusión y veo que todavía me falta muchísimo camino. Cuanto más escarbo, más me doy cuenta de todo lo que me estoy perdiendo o me he perdido y quiero bucear en ello, quiero estar en el presente”.

Luz Casal

Una familia compuesta por tres integrantes, luego de 15 años vuelve a reencontrarse.

Esta situación desencadena una inestabilidad generalizada en cada uno de ellos. Aunque el más afectado es Lucas (Ricardo Torres), quien desde pequeño sufrió una enfermedad y debió ser trasplantado, donándole su riñón su hermana Lucrecia (Natacha Fornos), que después de tanto tiempo fuera de su casa materna, llega con el propósito de hacer un reclamo; Teté (Gabriela Colombo) la madre de estos jóvenes, toma muy mal la sorpresiva presencia de Lucrecia, y más aun el motivo de su llegada.

Una constante confusión entre el pasado y el presente, lo real y lo onírico, el consciente e inconsciente, lo latente y lo manifiesto que tiene como principal objetivo la subsistencia.

Un cuarto intacto, que guarda muchos recuerdos junto a una historia cargada de hechos que conduce a un único camino, una intensa y cruel verdad.

¿Por qué ante una misma situación reaccionan distintos cada uno de ellos?, un mundo profundamente herido, que empezaba a despertar desde la más horrenda pesadilla, conocer su psiquis nos ayudará a marcar la diferencia en su modo de ver la vida, cada quién responde por la suya, todas están misteriosamente enlazadas. 

"Lúcido" es un texto enigmático, sorprendente por su intriga, emocionante y muy comprometido. Aunque hay presencia de humor aportada por las circunstancias que transitan los personajes, jamás se aleja la conmoción de cada historia.

Una comedia que se convierte en melodrama y que habla de la pérdida, del sacrificio, del arrepentimiento, del consuelo que producen los sueños y del poder curativo del arte a través de la dramatización.

Todos estos ingredientes hay que saber mezclarlos con acierto para dar con el "tono" adecuado de la obra, un tono que sepa conjugar lágrimas con carcajadas, sonrisas con dolor y ritmo con silencios, sueños bailados, sueños sufridos y verdades extremadamente dolorosas.  

Y mantener la atención y tensión expectante del público durante 100 minutos que dura la obra, no es tarea fácil, pero todos los recursos y elementos fueron tan bien conjugados, que sólo queda mencionar el gran aporte en esta versión, especialmente centrada en los detalles, en lo que ocurre por fuera de lo que dice el texto.  

Todos estos requisitos y mucho más son los que pude apreciar, Felicitaciones para el director de escena MATÍAS GÓMEZ, que se inicia como tal con una obra de este Genial Maestro Rafael Spregelburd. Un gran desafío su debut como director supo embarcarse a la perfección el reto.

Pero su trabajo se lució de tal manera porque cuenta con los actores perfectos para conseguirlo, deslumbrantes sus roles, sublimes interpretaciones con alto profesionalismo, dejaron todo sobre el escenario en especial la emoción y compromiso.

Un verdadero placer disfrutar de esta eximia dramaturgia. Gracias por la entrega!

La puesta, luces, sonido, escenografía complemento este maravilloso elenco e inolvidable texto contemporáneo “LÚCIDO” ALTAMENTE RECOMENDADA.