CUERPO CANÍBAL

CUERPO CANÍBAL

De Ariel Boiola

Canibalismo y necesidad extrema por sobrevivir.

Quebrantamiento de tabúes alimentarios.

Devorar emocionalmente, es tan violento como alimentarte de carne humana.

“La comida no tiene ninguna carga mental más que la que yo le doy”

La evolución no acontece en una clara línea recta que comienza en organismos primitivos y culmina en otros más avanzados.

El hombre prehistórico, sin duda su dieta se relacionaba con los animales, la única forma de preservar lo que comía era, salándolo o en este caso cubriéndolo con limón.  

La trasgresión se presenta como debilitamiento de las clases sociales y culturales ante el imperio de la necesidad orgánica. La única restricción que la necesidad física encuentra para su satisfacción, es aquella que impone la naturaleza; esto es la imperiosa adecuación entre las propiedades físicas de las cosas y los procesos digestivos humanos.

Los engendros que se consumen entre ellos, son seres despojados, seres degradados, que ante las prohibiciones de libertad, de búsqueda de recursos, y la imposición de trasgredir el comportamiento que llevaban como sociedad antes de ingresar a éste invernáculo, una “suerte” de oscurecimiento y descenso de la condición humana, es lo que le permitiría seguir con vida.

La biología dicta el comportamiento y no las reglas, entonces, para comprender la racionalidad debo buscar en el estómago del sujeto que come y en la cualidad natural del objeto comido y no en el cuerpo de prácticas y representaciones que conforman la “cocina” de la sociedad a la cual dichos sujetos pertenecen.

Una clara expresión de la racionalidad de un estómago, que ante la urgencia de satisfacer su apetito, “no le hace asco a nada y le clava el diente a todo lo que se mueve”.

El padecimiento moral implica emociones y sentimientos que no atribuimos a los organismos, sí a los humanos. En este sentido, se presentaba alguno de éstos sujetos padeciendo dolorosamente su conducta. Ni organismos puros, ni hombres puros, estos dominados se percibieron como una entidad incierta, contaminada y peligrosa.

En síntesis, una historia acaecida en otro grupo social y se centró en la decodificación de la interpretación que tiene el instinto más visceral del ser humano que se encarna en lo más profundo y no puede escapar a la razón y la lógica.

Así como en los campos de concentración el Holocausto caníbal, las guerras mundiales (bomba atómica), el canibalismo se ha transformado como modo de supervivencia.

En esas circunstancias extremas, “Aquellos que aceptan el reino de la costumbre, la dominación de la cultura, no tendrán dificultades en comprender la persistencia de esos tabúes en épocas.

El mundo es quizás más compasivo que el individuo mismo” (Jack Goody, antropólogo británico).

Sumerjámonos en el increíble mundo de estas extrañas y salvajes criaturas.

¿Usted, con quién se comportó como un caníbal?   

Una dramaturgia muy particular, intensa, fuerte e impactante y original, con muchos elementos metafóricos, con un cuadro realista en cuanto a la crisis, la inquietud y convulsión consiente sin duda  de la sociedad. Que te hace pensar, debatir y repensar muchas acciones humanas. Empezando por uno para luego trasladarlo a lo colectivo. 

Brillante las actuaciones, sus posturas y caminar en algún personaje, el mayor tiempo en el suelo de algunos actores, trasladándote años atrás a la familia de los homínidos que se dividió en dos ramas chimpancés y humanos. Uno de los actores música en vivo con su viola, excelente efecto para sacarte un poco del climax de la obra. 

La escenografía, utilería, muy bien diseñada, que destaca y enaltece la magistral iluminación. El vestuario y maquillaje, claro reflejo y efecto sanguinolento.