“Farinelli, el castrado”
- Un musical barroco –
Rolo Sosiuk – Rodrigo Fornillo
One God, one Farinelli!
Carlo María Broschi, nació en Andria, Italia en el año 1705 y fue el cantante castrado más famoso del siglo XVIII. Toma su nombre de los hermanos Farina, quienes apostaron a él y se convirtieron en sus mecenas pagando durante años sus estudios. Su primer profesor Nicola Pórpora escribió para él y siguió el inicio de su carrera muy de cerca. Su voz era considerada un prodigio, alcanzó el registro de tres octavas y media y dicen que era capaz de dar 250 notas en un solo aliento.
La puesta de Rodrigo Fornillo y Rolo Sosiuk está basada en la película, donde se realza la figura de Farinelli y se le dá a su vida una importante dosis de ficción que en realidad no tuvo, claramente si se basara en la vida real del cantante no habría mucho interesante por contar pero todo lo recreado hace muy interesante el relato.
Carlo (Rodrigo Fornillo) y Ricardo Broschi (Lalo Foncea) se crian en el seno de una humilde familia. Les han inculcado el amor por la música y su padre Salvatore (Eduardo Marcos) está dispuesto a salir de la miseria a costa del sacrificio de su hijo. Su madre, Caterina Barrese (Georgina Frere) será la única que se opondrá y que sufrirá por el futuro de su preciado hijo pero no tendrá la suficiente fuerza para impedirlo. Su profesor, Nicola Pórpora (Christian Romano) será quien guíe y dé el puntapié inicial a la carrera de Carlo, luego esa tarea será exclusiva de Ricardo, por quien Carlo siente un amor enfermizo. A medida que la fama de Farinelli va creciendo conjuntamente va creciendo su corte de admiradores y de personajes que lo quieren cantando su propia música, allí aparece Haendel (Miguel Angel Roa) a quien en la puesta se lo muestra como el enemigo, como el mísmisimo Belcebú, quien intentará tentarlo utlizando para ello a la bella Alexandra (Penélope Bahl), quien apelará a toda su seducción para obnubilar a los hermanos Broschi y someterlos a su antojo.
Esta propuesta es exquisita por donde se la mire. Orquesta en vivo tocando ininterrumpidamente durante ciento treinta y cinco minutos aproximadamente. Unas voces privilegiadas cantando durante toda la obra. Una estética muy cuidada. Una iluminación acorde a la puesta. Una escenografía absolutamente minimalista, una escalera desplazable y unos módulos rodantes como todo decorado. Y un vestuario (Calandra Hock) que merece un comentario aparte, por la suntuosidad de su confección, lo delicado de su diseño y porque junto al maquillaje (Salomé Caracciolo) completa con total armonía una visión barroca, como bien anticipa la gráfica.
Rodrigo Fornillo, actor y cantante con registro de tenor, encabeza este drama musical, haciendo gala de una voz excepcional y una presencia escénica preponderante. Fornillo es además ideólogo y creador de la música. Está muy bien acompañado, la elección del elenco ha sido minuciosa y el trabajo de dirección, que intuyo no debe haber ser nada sencillo, a cargo de Rolo Sosiuk, dota a este hecho teatral de un esplendor extraordinario.
Hay ciertos ajustes que hacer, el hecho que la orquesta en vivo esté al mismo nivel de la platea por momentos impide la total comprensión del texto pero el espacio no dá para disponer otro tipo de ubicación, seguramente a medida que el espectáculo vaya asentándose lograrán hacer los cambios necesarios para que nada empañe este majestuoso espectáculo. Es una puesta de ópera que va a hacer las delicias del melómano , asiduo espectador de ópera y del que no lo sea porque lo sumergirá en un mundo pletórico de melodía, un goce para los sentidos. A sala llena, el público aplaude y grita “bravo” al final de cada cuadro y cuando todo llega a su fin ovaciona de pie. Es una propuesta sumamente conmovedora, el asistente ingresa a la sala expectante y se retira con su percepción totalmente embriagada.
Da mucho placer poder ser espectador de una obra de tal magnitud artística, tantos jóvenes talentos con un futuro tan promisorio porque no han buscado el atajo fácil sino que han hecho el largo camino de la preparación multidisciplinaria. Es una obra que no puede dejar de verse, hay mucho trabajo debajo y sobre el escenario. El público argentino está aprendiendo a disfrutar de los musicales, cada día se acrecienta el número de asistentes que acude a los teatros cuando uno de estos estrenos se produce lo cual es muy bueno porque habla de una apertura de un segmento significativo dentro del teatro para el que está madurando un valioso semillero. Definitivamente “Farinelli, el castrado” es una propuesta que no hay que perderse.
Calificación:¡Altamente recomendable!
Redactora: Andrea Alejandra González
Ficha técnico – artística:
Libro y Letras: Rolo Sosiuk
Música Original: Rodrigo Fornillo
Arreglos y Dirección Musical: Jorge Caldelari
Personajes
Carlo Broschi: Rodrigo Fornillo
Ricardo Broschi: Lalo Foncea
Alexandra: Penélope Pahl
Haendel: Miguel Angel Roa
Salvatora Broschi: Eduardo Marcos
Pórpora: Christian Romano
Con la participación especial de Georgina Frere como Caterina Barrese
Ensamble
Facundo Miranda – Luciana Torres
Daniel Cáceres – Francisco Cruzans – Leandro Anriquez
Facundo Cano – Sergio Grosso – Guillermo Jáuregui
Soledad Herrera – Lucía Andrada – Valeria Gómez
Romina Almirón – Giselle Ferlot – Bruno Barbato
Músicos
Primer Violín: Jorge Caldelari
Segundo Violín: Lucas Sena
Cello: Juan Bellagamba
Viola: Sebastián Araujo
Pianista: Eliel Garberi
Diseño y realización de Vestuario: Calandra-Hock
Maquillaje: Salome Caracciolo
Producción Ejecutiva: Celeste Poceiro – Patricia Gutierrez
Producción General: Rodrigo Fornillo
Dirección General: Rolo Sosiuk
Funciones: viernes a las 22.45 hs.
Teatro Empire
– H. Yrigoyen 1934 (esq. Riobamba) – CABA
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