La persistencia de los grillos

La Persistencia de los Grillos

De Ósjar Navarro Correa

II parte de la Trilogía Mendocina Suburbana

VERDADES de una suma agudeza y situaciones de verdadera trascendencia resultan expresadas de modo tan directo que nos desconciertan hasta paralizarnos. Pero pronto advertimos que ello es el efecto del afán por decir lo esencial.

La llegada del cumpleaños es la excusa de la reunión familiar. La niña homenajeada como toda sorpresa no estaba presente para ver todos los preparativos y/o regalos que le esperaban.

El calor era apremiante ese verano en Mendoza, pero en el patio de la casa, lugar del festejo, la temperatura era más elevada aún.

Todo aparentaba estar perfectamente controlado. Pero la tensión se hizo presente cuando los malos recuerdos entre los vínculos familiares empezaron a reflotar.

Los celos, los deseos ocultos, la envidia, la historia vivida y la historia imaginada junto al miedo a enfrentar la realidad, serán suficientes motivos para desencadenar una violenta discusión.

Acá aparece el tema del doble.

El hecho de que todo puede ser lo que es y también lo que no es, y todo lo que es ya fue.

Carolina (Diego Amador), tras su apariencia de austeridad yace en ella una profunda reserva de energía. Las palabras más sencillas contienen una honda verdad, y una carga de emoción más intensa aún por ser disciplinada por el gran amor hacia su sobrina y ahijada, la cumpleañera a quien venía a rescatar.

Rosa (Carolina Maldonado), humilde y entregada a un destino de sufrimiento, acosada y víctima de violencia. Cuenta su historia pero desde el silencio, cómo que la película sólo la ve su mente.

Jordán (Jorge Incorvaia), tío de ambas, esposo - amante de una de ellas, padre de la cumpleañera. Su personalidad es oscura, carece de sensibilidad en sus sentimientos hacia su familia.   

Dentro de estos tres personajes se cierra el círculo, y hay que romper con el mismo. Hay una puerta, puede haber una puerta de escape, y por esa hay que desembocar, hay que irse. Del otro lado hay otro mundo.  

¿Quién será el que se anime a cruzar la puerta del abismo?

Escribir es convocar a una repetición, ya que “la esencia misma de toda historia consiste en haber sido”.

Foucault enseña que lo original no radica necesariamente en la invención de algo nuevo, sino en el acontecimiento del retorno.

El modo del retorno claro está, que hace a la circularidad, perfecta y artística. Lucha del bien por el mal; movimiento perpetuo; dualidad y dialéctica. De esto se trata esta dramaturgia.

Magistralmente  escrita y dirigida por Ósjar Navarro Correa.

Contiene a mi modo de percibirla, cuatro condiciones básicas para calificarla como excelente: singularidad temática no en el tema sino en “el tratamiento de ese tema”, brevedad, tensión e intensidad, construida con sentido estético o fundamentado en la realidad real. Pero es su talento e ingenio lo que da brillo a esta ficción continuada.

Los actores son una revelación artística, todos. DIEGO AMADOR; CAROLINA MALDONADO Y JORGE INCORVAIA. Me cautivaron, me dieron un flashazo, cada uno desde su lugar narra una secuencia o toda su vida, como sucede con el personaje de Diego Amador - Carolina.

Felicitaciones!!! Muy admirable y logradísimo sus papeles desde la creación del personaje, cómo habla el mismo y el ambiente creado donde se mueve.

La puesta en escena, escenografía, utilería, muchos elementos decorativos, distractores. Nada es superfluo, totalmente admisible para que la imaginación se dispare, se aplique a hacer excepcional una cosa trivial y cotidiana.

Por último, destacadísimo el diseño lumínico, a cargo de Maia Verona. Impecable la profundidad, el clima y efecto causante para cada escena.