“¿Acaso piensas que puedes ser feliz mientras yo me arrastro bajo el peso de mi desdicha? Podrás destrozar mis otras pasiones; pero queda mi venganza, una venganza que a partir de ahora me será más querida que la luz o los alimentos” Mary Shelley
“Venganza a la carta”
De Raúl Garavaglia
Lamentablemente, la mayoría de las instituciones para adultos mayores son lugares que admiten prácticas nocivas tan naturalizadas que cuesta mucho cambiarlas. Por ejemplo la costumbre de atar a una silla o a una cama a los pacientes más inquietos, o de alimentarlos lo menos posible para abaratar costos, o de sorprenderlos con un golpe ocasional para enfrentar algún episodio de excitación inmanejable, son dichos reincidentes que escuchamos a menudo. Así, el maltrato reiterado va creciendo, y, el encierro en un espacio administrado por personas con una autoridad que los internos no tienen, conforma un cuadro de situación favorable al ejercicio de violencia en todos los aspectos. Pero, en lo posible, debemos hacer visible lo que no queremos ver utilizando acciones que lleguen a otras personas como puede ser el hecho teatral. Por eso, presenciar una obra como Venganza a la carta, nos propone abrir los ojos, agudizar nuestros oídos y reconocer una dura realidad que nos estremece. Primero, nos enfrentamos a una complejidad que nos lleva a la reflexión; luego, nos atrapa una tristeza para, seguidamente, encontrarnos con una sorpresa, y, por último, respiramos con un descanso de alivio.
La trama, se desarrolla en un geriátrico en donde cinco pacientes son ultrajados por parte de dos enfermeros. Los malos tratos, llevan a las personas a pensar en un plan para vengarse de ellos, llegando a especular con atrocidades inhumanas. Entonces, ocurre algo que nos deja pensando. Ellos, se unen figurativamente para demostrarnos que son seres humanos que sienten, que sufren, que piensan y que juntos todo es posible. Durante la función, se nos presentan situaciones dolorosas, risueñas, con humor negro, pero siempre apuntando a un mensaje directo y claro.
Esta puesta en escena, tiene un gran abanico de posibilidades al momento de su interpretación. Podemos ver como viven los internos, como pasan sus días, como les duele la vida. También, nos provocan alegría al momento de reconocerlos activos, pensando en algo para terminar con sus aberrantes horas y disfrutamos de sus ocurrencias y de sus dichos cotidianos. Varios géneros aparecen, la comedia, el drama, el misterio, la ficción, y más en nuestras fantasías. Numerosos sentimientos, el cariño, el dolor, la alegría, los deseos, lo que todos sentimos antes distintas circunstancias. Cuantiosas formas de relacionarse, como el compañerismo, la unión por una meta, la confianza en el otro, en todos sus aspectos. Grandes lazos, de amistad, de furia, de reivindicación, con las consecuencias de cada uno de ellos.
Alejandra Bozzini, Patricia Carro, Luciana Conde, Carlos Gambini, Guadalupe Iñiguez, Julieta Mangone, Rafael Montañez, Ariel Ragusa, realizan un gran trabajo, homogéneo, unido, indudablemente son actores profesionales que se los reconocen por su excelencia, ductilidad y capacidad interpretativa.
El diseño de iluminación (Pablo Razuk), es un factor imprescindible para poder expresar lo que realmente están haciendo los protagonistas de la historia, por eso lo destacamos, porque la producción es impecable.
Raúl Garavaglia, desde la dramaturgia, la dirección, el asesoramiento en sonido y la puesta en escena, genera el marco propicio para el desarrollo de la investigación artística y teórica, incentivando la comprensión del tema en cuestión y la interacción entre los actores y los personajes, produciéndose una alianza muy fuerte. Estamos frente a un gran trabajo en equipo, con fuerzas consolidadas, dejando ver el inconciente reprimido que quiere salir para terminar con el desconsuelo. La imaginación está tan presente como la realidad que padecen.
Está recomendada, porque contiene muchas imbricaciones, lo que nos hace pasar por todos los estados de ánimos logrando salir satisfechos y felices por haber pasado una velada muy enriquecedora. RECOMENDABLE AL MÁXIMO.
Redactora: Estela Gómez
Ficha técnico- artística
Dramaturgia: Raúl Garavaglia
Actúan: Alejandra Bozzini, Patricia Carro, Luciana Conde, Carlos Gambini, Guadalupe Iñiguez, Julieta Mangone, Rafael Montañez, Ariel Ragusa
Diseño de luces: Pablo Razuk
Asesoramiento en sonido: Leo Garavaglia
Asistencia de dirección: Silvina Quintanilla
Puesta en escena: Raúl Garavaglia
Dirección de arte: Rahie Rched
Dirección: Raúl Garavaglia
Duración: 70 minutos
KORINTHIO TEATRO
Mario Bravo 437
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 2072-8803
Web: http://www.korinthioteatro.blogspot.com
Entrada: $ 80,00 / $ 60,00 - Viernes - 21:00 hs -
Hasta el 26/07/2014
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Patricia Carro (domingo, 13 julio 2014 23:54)
Gracias Estela!!..una nota excelente y necesaria para que la gente pueda acercarse a verla!..una gran obra que alecciona y entretiene!!..una obra inteligente!!.un abrazo!