12. junio 2014

Sólo en Cuatro Palabras

“La manera como nos comunicamos con los demás y con nosotros mismos en última instancia determina la calidad de nuestra vida” Anthony Robbins

“Solo en cuatro palabras”

De Alejo Beccar

La comunicación humana, con sus mecanismos verbales y no verbales, forma parte de nuestra manera de estar en el mundo y es la herramienta más completa con que contamos para emitir nuestros mensajes, ya sea a través de la palabra, o, de nuestra acción, con el cuerpo y sus movimientos, y, sobre todo, con la actitud que mostramos. “Es imposible no comunicarse, puesto que todo comportamiento es una forma de comunicación” (Paul Watzlawick).

Para aseverar esta frase nos enfrentamos a una moderna obra de teatro denominada “Solo en cuatro palabras”, cuyo autor y director es el idóneo actor y docente teatral Alejo Beccar, que con éste trabajo de investigación ha despertado esa curiosidad que nace al querer interpretar un nuevo método comunicacional presente, producto de los elementos tecnológicos que se usan con una cantidad acotada de caracteres.

Podemos desentrañar dos aspectos de ésta puesta en escena. Por un lado, desde la perspectiva de género, nos encontramos con cuatro mujeres que, sin planearlos, se interrelacionan, cada una emite un mensaje diferente y decodificado en forma disímil, exponiendo sus personalidades y sus ganas de compartir. Por otro lado, desde el contenido, nos proponen una pluralidad de sentimientos fuertes y contradictorios que nos resultan interesantes, con sus pares contradictorios, por ejemplo, el amor y el odio, la pasión y la ira, entre otros.

La trama cuenta el momento en que se desarrolla una obra teatral y dos actrices (Consuelo Rodríguez, Faith Marden) terminan la primera parte. Antes de empezar la segunda, ingresan dos espectadoras (Carolina Avigliano, Natalia De Elía) con el afán de vivir una aventura y hacer que esa obra no sea tan aburrida.

Carolina Avigliano (Cami), se desenvuelve en una dualidad admirable, ya que comienza siendo una chica tímida, pero de pronto, se desinhibe y vemos como se siente muy atraída por Faith Marden (Winona), que en un papel audaz personifica a una joven conquistadora y extrovertida, que busca siempre el placer en todos sus actos. Consuelo Rodríguez, es la novia de ésta última, la celosa Zoe, una mujercita algunas veces dócil y otras veces iracunda que tiene un problema formado por la desconfianza y el desamor, ya que son los sentimientos más temidos para ella. Como corolario, está Natalia De Elía, que se transforma en Vero, para presentarnos a una muchacha audaz, curiosa, con ansias de aventuras siendo la ideóloga de una situación desconcertante. Inmejorable, la labor de ésta actriz, ya que su simpatía innata logra colmar todas nuestras expectativas. Hacemos aquí una mención especial a la importancia de la mirada entre las protagonistas que las lleva a una comunicación interpersonal única.

El vestuario (Etelvina Celeste Toledo), distingue, marca la idiosincrasia de quien lo lleva. El diseño de luces (Alejo Beccar), es apropiado, aprovechado cuidadosamente para separar los espacios. El diseño gráfico (Magui Lanziano), llama la atención, aunque parece que ya sabemos de que se trata, da intriga y ganas de investigar más. La puesta en escena, dice mucho más de lo que se ve a primera vista, ya que se desdobla, para albergar a la unión y a la picardía

Recomendamos éste proyecto por varias razones. El detalle del contacto de las artista con las espectadoras, nos da una familiaridad que sirve para distendernos, nos sentimos cómodos, relajados, la naturalidad con que se desenvuelven nos lleva hacia un mundo de ficción-realidad que nos hermana, haciendo que el tiempo pase rápidamente, sintiendo ese dejo de nostalgia al darnos cuenta que ha finalizado. Desde el punto de vista del hecho teatral, es una comedia para disfrutar a pleno. Tiene, humor, amor, sensualidad, frescura, y mucho vuelo creativo. Se palpita un clima favorable, en donde sensitivas actrices viven una contemporaneidad indiscutida acompañadas de un cálido director que tiene una mirada amplia y receptiva de la actualidad. Y, por último, porque indudablemente, la aparición del tercer entorno, que es un nuevo espacio social, básicamente artificial y adecuado a una serie de tecnologías que modifican las relaciones sociales y culturales, ha llegado para quedarse. Está en nosotros, saberlo utilizar. Como lo ha hecho éste grupo teatral, que presentan una obra de teatro en donde los vocablos son acotados, pero que la inteligencia y la diversión los superan, inexorablemente. MUY RECOMENDABLE.

Redactora: Estela Gómez

Ficha técnico-artística

Autoría: Alejo Beccar

Actúan: Carolina Avigliano, Natalia De Elía, Faith Marden, Consuelo Rodríguez

Vestuario: Etelvina Celeste Toledo

Escenografía: Etelvina Celeste Toledo

Diseño de luces: Alejo Beccar

Fotografía: Sebastian Dumrauf

Diseño gráfico: Magui Lanziano

Asistencia de dirección: Magui Lanziano

Dirección: Alejo Beccar

Duración: 50 minutos