SOLO BRUMAS
De Eduardo Pavlovsky
MUERTE DE UN NIÑO
El niño sigue dormido.
¡Qué curiosa es la vida!
Cuando nacemos todos quieren tenernos en sus brazos,
protegernos, mimarnos, acariciarnos.
Cuando morimos, sólo pasados tres días,
todos quieren enterrarnos con prisas.
Sólo con dos vueltas enteras del reloj
ya nos vamos a nuestra cita con la eternidad.
¡Tendría que ser justo al revés!
¡Tardamos tanto en llegar a vivir y con cuánta facilidad nos vamos!
Pobre ser humano. Nacemos desprotegidos,
vivimos desprotegiéndonos y morimos deshaciéndonos.
(Mario Santana Bueno)
Es importante que todos los recién nacidos puedan iniciar su vida con salud. Los primeros 28 días, el llamado «período neonatal», son fundamentales: es en este período cuando se establecen las prácticas sanitarias y de alimentación básicas.
Este es también el período en el que es mayor el riesgo de muerte del niño.
Nuestros niños son la imagen perfecta de nuestra permanencia en el mundo, de la vida y el futuro.
Ellos son la vida que crece, que apenas se está desarrollando, todo por conocer y cumplir, y sin embargo de repente se ve arrancada, marchitada.
No habrá mañanas, no podrá madurar y dar semillas. Ha terminado.-
En algún lugar del país tres compañeros de trabajo desarrollan una labor chocante, desconcertante, su misión identificar la muerte de niños muy pequeños, recién nacidos, bebés que son expulsados por un conducto, que los lleva directamente a una mesa instrumental, que de estar con vida, el alto impacto provocaría su muerte en forma instantánea. El paso que sigue, es guardar sus cuerpitos, en algunos casos decapitados en cajas y estas apilarlas como una mercadería.
Lo monstruoso de su tarea es que los mete en su cotidianidad, en lo concreto del día a día. Tal vez lo macabro de la cotidianeidad nos devuelva la imagen del mundo de la indiferencia que vivimos. Del mundo siniestro cuando se hace obvio y natural, una rutina tan desagradable como ésta.
Esta convivencia laboral los lanza a la reflexión, a la búsqueda de la libertad. Lo imprevisible como salida. Sacan conflictos de su vida personal que no están referidos al tema que viven día a día, la muerte, la victimización de la inocencia de esos bebés moribundos. Este personal actúa como robot, son parte de una maquinaria que los hace sufrir miserablemente, que los hace estar siempre en vigilia, ya que sus obligaciones les impiden manifestar deseos de vivir en amistad o enamorarse. Son seres residuales que se contentan con tener techo y comida a cambio de meter cadáveres en cajas y arrojarlos no se sabe dónde.
Existe un afuera misterioso y de ese exterior llega la amenaza, que es quien define el trágico final.
Una dramaturgia impactante, desgarradora por su temática la “mortalidad infantil”, pleno siglo XXI, una parte sustancial de la población mundial nazca y viva sin ningún registro oficial de su existencia es una privación flagrante de un derecho humano esencial. ¿Cuáles son las causas? La respuesta es desesperante: no tenemos ni idea del porqué. El lenguaje mudo del dolor. Un camino hacia la oscuridad absoluta.
La representación de los personajes muy buena, comprometidas y creíbles sus formas autómatas de actuar; con un destaque en especial para SERGIO BARATTUCCI, maravillosa interpretación. La ambientación, la utilería, daba la impresión de escalofriante, y efectivamente como su nombre lo indica brumoso. Espectacular la puesta en escena, al igual que la dirección. Luces y sonido acompañó sin dificultades.
Calificación: Muy Buena!
Redactora: Silvina Brandana
FICHA TECNICA ARTÍSTICA
Actúan: María Pía Molina Brescia - Melina del Valle - Sergio Barattucci
Colab. en escenografía y vestuario: Yamila Barreira
Iluminación: E. Misch
Gestión y producción escénica: salvavidasteatral
Asistente de dirección: Mariana Barragán
Dirección: Eduardo Misch
http://solobrumasdepavlovsky.blogspot.com.ar/
TEATRO EL POPULAR
CHILE 2080.CABA.
Tel. (54 11) 2051 8438
http://www.teatroelpopular.com.ar/
Sábados 20HS.
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