16. abril 2014

AÚN NO CONSIGO BESAR

“Ocultas flores crecen silentes en mi interior, dentro de esa otra incompresible, la olvidada, la del rostro jamás mirado ante el espejo”

Marlene Pasini

“Aún no consigo besar”

De Diego Bagnera

Una mujer de espaldas, comienza a hablar, a contar la increíble experiencia por la que pasó: “que le cosieran la cara de otra persona sobre la suya”.

La trama nos cuenta que, Isabelle (Estela Garelli), fue por muchos años una mujer con angustias, insatisfecha con su vida, siempre en la búsqueda de algo que la hiciera sentir bien. Un día decidió tomar pastillas para dormir y al despertar se dio cuenta que su perro le había destrozado la cara. Meses después, le trasplantaron los labios, nariz, barbilla y partes adyacentes de las mejillas. A partir de allí, alguna vez pensó: ¿eso sería lo que estaba buscando? ¿El no pasar desapercibida? Porque a partir de esa operación todo el mundo la miraba atentamente, como si fuera una curiosidad. Además, como fue la primera en su estilo, produjo una explosión masiva donde los medios tuvieron un rol muy preponderante. Pero, sobre todo tiene un contenido humano muy fuerte, porque no es fácil decidir si lo mejor es dejarse caer o seguir adelante.

Esta obra de Diego Bagnera, nos mantiene expectantes, nos presenta una dualidad que llama la atención, ya que al ver en el centro de la sala teatral a una mujer sentada en una silla de espaldas, casi en penumbras, hablando con una voz dificultosa, relatando sus penurias, nos estremece; pero, al mismo tiempo, nos reconforta al sentir la fortaleza de alguien que de pronto se vio mutilada en su identidad facial y no se dejó vencer por el dolor ni por el cambio que sufrió, si no que luchó para salir adelante, para saltar todos esos obstáculos que la vide le puso, logrando estar entera. Como complemento, de vez en cuando, aparece su hija Lucie (Florencia Naftulewicz), quien la acompaña y la ayuda con la narración, brindándole esa luz que necesita alguien que está en las sombras.

También, vemos y escuchamos a su doctor, Bernard (Mario Sala), que es quien le brinda el apoyo incondicional y el que trata de preservarla de los periodistas. Una persona muy importante en el cuadro es Sylvie (Cristina Maresca), una doctora muy observadora que analiza psicológicamente las causas del hecho trágico. Por último, para destacar, es el periodista (Ernesto Rowe) que, aparece a cada instante, insistente y punzante, con el fin de obtener una nota para su periódico.

Valoramos el temple de la actriz Estela Garelli, ya que logra conmover sólo con su voz y su sensibilidad. La frescura y adaptabilidad teatral de Florencia Naftulewicz, logra el contraste; la palabra y la prestancia de Mario Sala, nos convence; y, la personalidad avasallante de Ernesto Rowe, nos atrapa.

El espacio escénico se vuelve funcional, se ilumina tenuemente para luego acentuarse en los momentos necesarios. La escenografía, es práctica, quitando y agregando elementos cotidianos, logran una adecuada aplicación. La dramaturgia del periodista, literato, intérprete y director escénico, Diego Bagnera, y la orientación humanística de la directora de la obra, Heidi Steinhardt, abordan los puntos principales de una crónica real para que nos llegue al alma y lo logran.

Muy recomendable.

Redactora: Estela Gómez

Ficha técnico artística

Dramaturgia: Diego Bagnera

Adaptación: Heidi Steinhardt

Actúan: Estela Garelli, Cristina Maresca, Florencia Naftulewicz, Ernesto Rowe, Mario Sala

Diseño de vestuario: Heidi Steinhardt

Diseño de luces: Lucia Feijoó, Christian Gadea

Realización de escenografia: Mario Sala

Fotografía: Gustavo Maggi

Diseño gráfico: Ernesto Rowe

Asistencia de dirección: Paula Fanelli