LAS DE BARRANCO

LAS DE BARRANCO

De Gregorio de Laferrére

Sobre una versión de Adrián Di Stefano

“Es necesario ser un gran simulador y disimulador: los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes que el que engaña encontrará siempre quien se deje engañar.”

MAQUIAVELO

Las de Barranco, la más acaba de las obras de Laferrére, se estrenó en Bs.As. en 1908 y su éxito fue enorme. Es probable que la idea haya sido tomada de la realidad, pues el autor en su juventud residió en La Plata en una casa de pensión.

Una pieza teatral convertida hoy en cuatro actos; con aires de comedia y rasgos de humor, nos adentramos a una realidad amarga y cruel.

Doña María (LORENA BRUQUETAS), viuda del Capitán Barranco, vive junto a sus tres hijas en una exigua pensión, la cual subarrienda algunas habitaciones de la casa para subsistir económicamente, ya que otro trabajo no realiza ni tiene intención de buscar.

Pero no conforme con sus limitaciones, va en búsqueda de mayores recursos a través de sus hijas, en especial de Carmen (KARINA MORSA), a quien acosa y es víctima de la manipulación constante, para lograr beneficios que van desde comida, ropa, conseguir una pensión, entradas para un palco, en fin, ofrece a su hija a cambio de estos regalos. Obligándola que ella seduzca a cuanto galán circula por el barrio y/o pensión a través de su sonrisa y belleza.

Acá Doña María también muestra su carácter poco maternal y los ribetes de crueldad, porque sólo valora el atractivo femenino que despliega Carmen, ya que también están sus otras dos hermanas, cómo Pepa (MÓNICA STRICKER), que no pierde oportunidad para burlarse de su fealdad.

El acoso moral, el maltrato verbal y psicológico es constante para todas, pero cae con mayor fuerza sobre Carmen, porque ella vendría a ser el sostén de la casa, su “salvación” al caos del hogar que dejó su difunto esposo, tomando decisiones por ella que van en contra de sus valores, y quien con toda intención deliberada la somete a la humillación como mujer.

Pero a la joven le cuesta decir “no” y teme a la confrontación de los caprichos de su madre, ésta abusa de su vulnerabilidad, y desvaloriza su motivación, inventa malas decisiones para llenarla de culpa y malestar. Su fin es uno sólo, el anularlas como personas.

Pero el exterminio emocional llega a un tope, y eso sucede identificando a la persona tóxica, que trata de complicar su vida para que se relacione sanamente.

Todo tiene un límite, y lo único que puede cambiar, es cambiando uno mismo, dándose la libertad que se merece.

Un hechizo de amor, Linares (DIEGO PERROTTA) será quien le dé la fuerza para terminar con este tormento.

Una obra que contiene un juego cómico dramático, agilísimo y divertido en algunos personajes, es el caso de Barroso (DANIEL STRADA), cómo el papel de Pepa (MÓNICA STRICKER) muy convincente su rol, quienes junto a la actriz y/o directora LORENA BRUQUETA, le vuelcan un atractivo muy particular a la pieza. Me gustaron muchísimo sus interpretaciones, el dominio y seguridad sobre el escenario; el resto del elenco acompaña muy bien.

La puesta en escena, sonido e iluminación muy buen desempeño y totalmente funcional.

Y destacadísimo el diseño y confección del vestuario, impecable, tanto los modelos como los colores, se luce y demuestra en todos la moda de la época, la distinción socio-económica, en composé con el peinado y maquillaje. Felicitaciones!!!