Nuestra primera relación con el mundo es afectiva
No nacemos neutrales. Somos seres necesitados,
A medio hacer,
Pedigüeños,
Que esperamos recibir la plenitud del entorno hacia el
que vivimos abiertos y expectantes
ANTONIO MARINAS
“Hermanos”. Lazos que no se quieren desatar…
Tres seres humanos, tres pensamientos, tres corazones, una vida en común…
Necesitamos el amor de nuestros semejantes para humanizarnos, nadie se convierte en humano si está solo. La presencia del “otro”, su mirada, su escucha, su palabra nos da significado. Además de la estabilidad física, lo que más necesitamos es la estabilidad psicológica, ser comprendidos, apreciados, estar acompañados. Si nos sentimos amados, podremos aceptarnos, encontraremos el camino adecuado, podremos volver a empezar, hallaremos el sentido de la vida. Por eso, son tan importantes los vínculos y, si hay consanguinidad esa importancia se duplica e inconcientemente, esas personas queridas se van volviendo indispensables. Con esta mirada, entendemos la trama de la obra de teatro “Hermanos”, de Jorge Accame, célebre docente y autor de una pieza teatral llamada “Venecia”, que fue estrenada en Buenos Aires en 1998, y por la cual ha recibido muchos premios. En ésta oportunidad, presenta una función magistral en donde el parentesco, la soledad, el amor, en sus distintas acepciones, afloran en cada escena. De la mano del experimentado director Fabián Kobrin, que también es actor, profesor de teatro, coordinador de recursos expresivos, recorremos una puesta diferente y entretenida hasta el final.
La historia nos cuenta la relación entre dos hermanos, Angélica (Ester Regina Wolff) y Bebe (Tecsido Goythia), a quienes la vida los ha llevado a residir en el mismo hogar por muchos años convirtiéndose en una convivencia dependiente, viviendo el uno para el otro, a tal punto que, hasta Octavio (Hugo Anganuzzi), el novio de Angélica, también desde hace mucho tiempo, se volvió un habitué eterno en ese entorno, visitando a su novia diariamente, discutiendo con su cuñado permanentemente, sin proyecto matrimonial, escuchando los mismos dichos, mirando las mismas caras, un día…otro, día… y otro…repitiéndose siempre la misma rutina.
Hasta que de pronto, ocurre algo inesperado, una enfermedad letal afecta a Angélica, que los lleva, a Bebe y a Octavio, sin pretenderlo, a darle un rumbo en conjunto a sus vidas…, o, quizás, es el mismo de antes pero de otra manera…; lo interesante es que nos muestran con mucho humor como se puede, si se quiere, reacomodarse y seguir juntos.
La labor actoral de Ester Regina Wolff, es muy óptima, ya que no podríamos imaginar a Angélica de otra forma; ella es dulce, compinche, la que maneja toda la casa y la que está atenta a todos los requerimientos de su hermano. Su papel, es muy sufrido ya que tuvo que denegar todo su futuro por cuidar a un hombre que no supo o no pudo desenvolverse solo. Ester, le brinda luz y credibilidad.
Tecsido Gotilla, en su papel de Bebe, está estupendo, no sólo por la interpretación verbal, sino también porque le pone el “cuerpo” a un ser rebelde, solitario y conflictivo. Tecsido, le da la versatilidad que necesita: primero recio y luego dócil.
Hugo Anganuzzi, personificando a Octavio, pasa los límites de lo esperado. Un médico que toma muchos medicamentos, un novio que espera indeterminadamente a su amada, un enemigo que se vuelve amigo ante la necesidad. Hugo, realiza una espléndida transferencia, con mucha idoneidad.
Como destaque del grupo, encontramos el tono potente e inteligible de sus vocablos, tanto de sus voces como de sus palabras, en un fiel reflejo de sus correctas preparaciones artísticas.
El vestuario y la escenografía (Mónica Lazzatti), son tradicionales, contundentes, pudiendo apreciar, a través de ellos, el paso del tiempo y sus gustos, completando así una fehaciente puesta en escena (Fabián Kobrin) de antaño, con detalles imprescindibles para contar la trama.
Es una invitación para un público avizor, con ganas de ver algo distinto, divertido, con individuos que, quizás, nos parecen habituales pero que terminan sorprendiéndonos.
Está recomendada, porque tiene evocaciones, excelentes actuaciones y un texto original que hace que salgamos satisfechos de haberla visto.
MUY RECOMENDABLE.
Redactora: Estela Gómez
Ficha técnico- artístico
Autor: Jorge Accame
Actúan: Hugo Anganuzzi, Tecsido Goythia, Ester Regina Wolff
Vestuario: Mónica Lazzatti
Escenografía: Mónica Lazzatti
Diseño gráfico: Imaginética
Prensa: Laura Castillo
Producción ejecutiva: Máximo Os Martín
Producción general: Máximo Os Martín
Puesta en escena: Fabián Kobrin
Director asistente: Patricia Bruski
Dirección general: Fabián Kobrin
TEATRO BUENAS ARTES SOCIAL CLUB
Guatemala 4484
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 3531-2193
Web: http://www.bsartes.com.ar
Entrada: $ 70,00 - Viernes - 22:30 hs -
Hasta el 07/03/2014
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