AÑOS LUZ

AÑOS LUZ

De Diego Andrés Fleischer

Una obra de Techno-progresismo, un apoyo activo a la convergencia del cambio tecnológico y el cambio social. Sostienen que los avances tecnológicos pueden ser profundamente empoderamiento. Su Postura sostiene que las cuentas de "progreso" deben centrarse en aspectos científicos y técnicos, así como los éticos y sociales.

Incluyen el apoyo a los derechos civiles de una persona para mantener o modificar su propia mente y el cuerpo, en sus propios términos, a través del conocimiento, el recurso consensual, o la denegación de la terapéutica, o permitiendo biomédica la tecnología.

Especialmente se percibe una amenaza para el orden social dado. Incluyen el rechazo de la genética, y la modificación cognitiva de los seres humanos para superar lo que se percibe ampliamente como corriente biológico humano y las limitaciones culturales.

Años Luz es una obra que me trae a recuerdo, y de alguna manera la comparo con la obra literaria Un mundo feliz (A. Huxley) porque nos lleva a un debate: ¿hasta dónde debemos sacrificar nuestra individualidad, por la proliferación de la tecnología?

Un dispositivo de supervivencia tiene alojado a seis enigmáticos progresistas, se puede apreciar como una enorme sala, con pocas luces, pálidas e invernales, sólo algunos tubos le prestan algo de vida al espacio. La puerta se abre por comando de voz. Aparenta tener comodidades modernas.

A estas alturas, todos conocemos ya la historia bíblica de Noé y el arca. Un diluvio universal que iba a eliminar de la tierra todo aquello que no era puro. Historias apocalípticas de este tipo hemos tenido muchas y han servido para que el ser humano agudice su instinto de supervivencia.

Es dentro de esta perspectiva, que la teoría de la evolución, nos lleva a esta puesta en escena.

Los nombres de los personajes tienen un significado seguramente, son jóvenes y superficiales.

Mantienen un equilibrio perfecto entre la crítica y el humor ácido. Una futura generación con intensa y vibrante pasión, amantes voluntariamente para el bien de la sociedad.

Hombres y mujeres como en series, identidad, comunidad, estabilidad social. Eso aparenta.

Todos tienen una característica especial, uno de ellos tiene la precocidad intelectual y el talento para crear historietas de pornografía; una de ellas traspasar una droga o un virus alterando  deliberadamente,  a  otros organismos, lo que provoca su multiplicación.

Una experta médica, excepcionalmente hermosa, encantadora y sexy, junto al último poeta, el único que carga una expresión de dolor en su lívido rostro. Son ellos lo que abren un portal de un mundo, donde el amor eterno es condena.

Pipo sufría mucho viendo romper y mancillar su amado cristal poético, su libro de poesía perdurará no sólo por su valor documental, sino también por la frescura de su prosa. Enamorado de esta sexy médica, le lee su escrito, dejando sus sentimientos expresados. Ella con su rostro irónico, ni se inmuto, lo consideraba absurdo. Sin embargo ella también anhela algo, un embarazo; por más que la genética está prohibida para la transmisión de los caracteres hereditarios.    

Todo esto y mucho más, ocurrirá en este viaje a través del tiempo. Tierra del futuro, una idea curiosa y bien planteada, el porqué de este hecho es aún más intrigante.

Dirigida al público general, no exclusivamente al aficionado a la ciencia ficción. Viajes al pasado al servicio del romanticismo y la nostalgia.

Novedosa obra que combina dos géneros tan pujantes como el teatro con la ciencia ficción.

Muy buenas actuaciones, convincentes, atractivas.

Un despliegue en la escenografía altamente destacado.

Escrito y dirigido fabulosamente bien, contemplando una experiencia e investigación previa en la temática.