Como un aire de ilusión

COMO UN AIRE DE ILUSIÓN

De Fernando Zabala

“No te rindas, aún estás a tiempo, de alcanzar y comenzar de nuevo.

Aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo”.

Mario Benedetti

Una historia que retrata el mundo íntimo de Victorio (Fernando Zabala), un ex trapecista del circo Rodas, que después de su retiro y a sus 58 años quiere volver a las alturas.

¿Qué nos lleva a cruzar los límites? ¿La necesidad, la desesperación? ¿O acaso la pasión que late en nuestra sangre por lo que amamos?

Una ilusión está puesta en ese llamado que será para reintegrarlo al circo, y su otra ilusión está alimentada por recuperar a su familia compuesta por su ex mujer Marita (Carola Diez) y su hijito Dieguito.

La infinidad de circunstancias aleatorias hacen que su matrimonio caiga en la ruptura y ahora él está dispuesto a dar reinicio a este romance, teniendo en cuenta un alto costo emocional.

En ese preciso momento se siente por instantes esa vida conyugal que llevaban, y que añoraba con todo su ser volver a tener, a través de los recuerdos, acciones que juntos pasaron, Victorio tiene un exceso verbal.

Marita todo lo contrario sus silencios se leían, y sus actitudes están cargadas de cariño de lo que alguna vez fue. Pero a su vez, como que algo le cuesta expresar.

Abrir nuestro corazón es la clave para poder transformarnos internamente. Así surge para esta pareja, en lugar de estar tratando de cambiar en lo externo. Lo que ella no soportaba o toleraba de él, simplemente puede ver el cambio interno que produjo esta separación en Victorio.

Al vaciarse Marita de esa carga que arrastraba y de la que no era consciente quizá, pudo visualizar esta nueva posibilidad que se le presentaba, este aire de ilusión que traía señales que delatan la luz del amor, la dicha del cambio, y la paz que irradia ahora en ese hogar.

“El amor es un sentimiento que nos impulsa a la cercanía, a la unión con aquellos que queremos. Pero también, al cuidado de lo que amamos.”

Juan Carlos Kusnetzoff

Una obra que trata de potenciar la sensibilidad y lo logra a la perfección, en especial el rol de Victorio (FERNANDO ZABALA) logra que su personaje sea querible, es tan convincente con sus gestos, sus posturas, que logra atravesar la cuarta pared, como se la llama al frente del escenario.

La imaginación, el respeto y la curiosidad por lo diferente, es el placer de estar en la experiencia en la que la vida se forma y transforma. Esto lo pudo representar muy bien Marita (CAROLA DIEZ).

Este espectáculo es sin lugar a dudas una valiosa perla que posee la ciudad de Córdoba, sería un verdadero placer volverla a tener en Baires. De darse esa oportunidad, no dejen de transitar la experiencia de ser público.