“Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos” Nicolás Maquiavelo
“LAS PRECIOSAS RIDÍCULAS”,
Dos bellas damas de provincia, que elogian, por demás, a la alta sociedad francesa de la primera mitad del siglo XVI, se encuentran con dos bribones que, en apariencia, eran lo que ellas estaban buscando.
El más ilustre de los histriónicos franceses, Juan Bautista Poquelín (Moliere, 1622-1673), en 1659, estrenó una comedia que enfrentaba al “preciosismo”, una corriente relacionada con la frivolidad literaria imperante en la sociedad de esa época, llamada Las preciosas ridículas. Esta, causó una gran impresión en París porque satirizaba las costumbres del momento, sus personajes tenían una intensa comicidad, y, un perfecto dominio de la técnica escénica, todo esto, con el agregado de un estilo sobrio, y muy realista.
Por todo esto, nos causa siempre mucha emoción poder verla y cuando tenemos la oportunidad de hacerlo, es un gusto revivir las situaciones atravesadas por las jóvenes en cuestión, Adelón, y, Cathos, en donde sus incontrolables extravagancias y sus deseos de pertenecer a una alta sociedad, las llevan a que las humillen y las engañen. Siguiendo éste sentimiento, nos acercamos al Teatro El Tinglado a presenciar la obra “Las Preciosas Ridículas”, con la adaptación y la dirección general de María Eugenia Heyaca, una eximia amante del arte, que con su evidente compromiso, basado en el amor y la entrega, nos devuelve un trabajo brillante.
El texto, cuenta cuando un burgués de provincia, Gorgibus (Sergio Ubalde), llega a Paris con su hija Magdelon (Belén Penesi) y su sobrina Cathos (Valeria Felder); él, quiere casarlas con La Grange (Mariano Bidart) y Du Croisy (Fernando Crisci), dos hombres nobles, pero las señoritas, que son expertas en el uso de exageraciones y ambigüedades en el lenguaje, los rechazan porque no son, aparentemente, refinados ni parecen ilustres, para ellas. Entonces, ambos despechados, envían a sus criados, Mascarilla (Ramiro Calero) y Jodelet (Marcelo Moreira) para que se hagan pasar, el primero, como Márquez y, el segundo, como vizconde, utilizando extremadas demostraciones de galantería. Durante, la farsa, aparecen otras personas, como las criadas, en uno de esos roles se encuentra Estefanía Zinboer, y, con el nombre de Marotte, Norma Corubolo, que aportándole más jocosidad a la trama. Todo va bien, hasta que los verdaderos aparecen y se termina la mentira. Así, las dos preciosas ridículas, sufren un gran desengaño.
Sobre las tablas, los queridos personajes son interpretados con mucha pasión por los artistas, que de manera impecable ingresan en el cuerpo y en la mente de cada uno de ellos consiguiendo posesionarse en sus personalidades, en el tiempo y en el espacio de un mundo tan lejano, logrando desenvolverse con verdadero éxito en cada acción que se proponen. La música, tan afable y fiel a esos tiempos, y, el baile, tan exagerado y gracioso, le dan más valor a la puesta, enriquecida por el magnífico vestuario y la elegante escenografía correspondiente a un período de antaño.
Recomendada, sobretodo, por el enorme sentido del humor, que hace que nos riamos de nosotros mismos, al comparar el tiempo pasado y el contemporáneo, por escuchar sus modismos y mirar sus actitudes; por tener una orientación psicológica para el análisis, porque trata con seres humanos altamente reconocibles: los hipócritas, los rechazados, las ridículas, las pretenciosas, las presumidas; y, para el conocimiento, porque esas formas de ser, es el resultado del sentido común de una época en la que Francia alcanzó la cima de su poder y de la hegemonía política y cultural. Definitivamente, está dirigida a mostrar las debilidades de la naturaleza humana y a ciertos ámbitos, que aún hoy, piensan que la clase social más elevada, con más riquezas, es la mejor y más valedera.
Una excelente velada asegurada de gracia, buen gusto, profesionalismo y contenido histórico.
Redactora: Estela Gómez
Ficha técnico- artística
Adaptación: Maria Eugenia Heyaca
Actúan: Mariano Bidart, Ramiro Calero, Norma Corubolo, Fernando Crisci Munz, Valeria Felder, Marcelo Moreira, Sergio Ubalde, Estefanía Zinboer
Músicos: Norma Corubolo, Estefanía Zinboer
Vestuario: Amelia Consol, Míriam Giménez
Peinados: Maria Rosa Naldjian
Pelucas: Fernando Crisci Munz
Maquillaje: Sabrina López
Realización de estenografía: Ana Ramos
Video: Joan Manuel González
Fotografía: Leno Heyaca
Diseño gráfico: Leno Heyaca
Asistencia de dirección: Estefanía Zinboer
Prensa: Silvina Macri
Coreografía: Sofía Vacarezza
Dirección general: Maria Eugenia Heyaca
Este espectáculo forma parte del evento:
Festival de Teatro Clásico Universal
http://www.laspreciosasridiculas.blogspot.com.ar
Duración: 50 minutos
EL TINGLADO TEATRO
Mario Bravo 948
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 4863-1188
Web: http://www.teatroeltinglado.com.ar
Entrada: $ 80,00 - Domingo - 17:00 hs -
Hasta el 17/11/2013
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