OIGA, CHAMIGO AGUARÁ

OIGA, CHAMIGO AGUARÁ

 De Adela Basch    

Breve reseña de Adela Basch: es escritora, editora, dirigió colecciones de literatura infantil y juvenil en varias editoriales. Es una referente en la dramaturgia dirigida a niños y jóvenes.

Oiga, Chamigo AGUARÁ, es una propuesta diferente, que cuenta de manera inteligente, la fábula universal del pícaro Zorro Aguará (Diego Acosta) y cómo se las ingenia para poder vivir de los demás sin trabajar.

Situados en la selva litoraleña el zorro hambriento, en búsqueda de una solución para su problema, encuentra un traje y se disfraza de militar, y se autoproclama “recaudador de impuestos camineros”. Cobrándose peaje a cualquier animal que pretendiera circular por allí. Peaje que consistía en comida, todo lo que llevaran encima cualquier especie de la fauna, debía abonarlo ahí mismo para poder seguir su recorrido por la selva.

Es así como aparece el Tero TETEU (Gonzálo Robles) que tiene que dejar sus huevos para seguir su camino; luego ocurre lo mismo con Don TATU, el armadillo (Nahuel Lozano) a quien también le cobra y le saca su alimento. Le sigue MBOÍ, la víbora (Mina Schmidt) que a pesar de su encanto y profunda mirada, no logra convencerlo para que la dejara transitar sin pagar el peaje; y por último llega la cotorra, TUÍ (Marcia Jardín) que volcando toda su simpatía y esplendidos colores de su plumaje, tuvo que acceder a pagar con naranjas su estadía por la selva.

Estos bellos animales autóctonos hablan entre ellos sobre esta toma de poder de forma autoritaria y sobre este impuesto que no existe ante la ley.

TETEU, TATÚ, MBOI Y TUÍ Todos se unen para enfrentar y reclamar sus derechos a este supuesto “general” AGUARÁ que es una mentira.

 Palabras Sabias: Persevera y Triunfarás: -una manera de transformar la realidad- “Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas”. ¡La unión hace a la fuerza!

Cinco divertidos protagonistas, introducen a los chicos y grandes en esta historia llena de magia y humor, resaltando los valores humanos como la amistad, la unión, y el amor y cuidado de la flora y fauna.

Es una pieza teatral, un musical necesario en el crecimiento y enriquecimiento personal de todos los chicos.

Compartir este infantil con tus pequeños es guiarlos hacia una vida libre y amorosa.

Asumir con alegría el desafío de su crecimiento y vivencias de este tipo de ejemplo.

“Enseñarás a volar, pero no volará tu vuelo.

Enseñarás a vivir, pero no vivirá tu vida.

Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.

Sin embargo…en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño,

Perdurará siempre la huella del camino enseñado”.

Las actuaciones muy logradas, basadas en un ajustado trabajo corporal y vocal.

Ingeniosas y atractivas coreografías que hacen una buena composición con las canciones seleccionadas, que contiene mucho sentido sus letras para dejar un preciso mensaje, y un buen contenido pedagógico.  

Realmente emocionante el desempeño actoral, muy bien expresada la idea.

Original y colorido el vestuario, muy detallistas y distinguidos cada uno de los personajes.

Complementa perfectamente bien, la cuidada y minuciosa puesta en escena. Junto a la dirección magnífica de Rubén Hernández Miranda.

Haciendo todo esto una verdadera fiesta para chicos y no tan chicos, para que disfruten, canten, bailen y se vayan con una enseñanza más.