HEDDA GABLER

HEDDA GABLER

         De Henrik Ibsen

Quienes quieran lograr el éxito deben ayudar a que otros también tengan éxitos.

Quienes decidan vivir bien deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que tocas; ojalá siempre consiguiéramos ver las cosas buenas que están a nuestro alrededor, pero en verdad, cuando miramos al prójimo, estamos solo buscando defectos. Intentamos descubrir una maldad, porque deseamos que sea peor que nosotros. Conseguimos herirlo con palabras duras afirmando que decimos la verdad, cuando apenas estamos intentando ocultarla de nosotros mismos.

Fingimos que somos importantes para que nadie pueda ver nuestra fragilidad.

LO QUE NIEGAS TE SOMETE, LO QUE ACEPTAS TE TRANSFORMA.

                            CARL JUNG

Una mujer egocéntrica, autoritaria, hija de un general, demuestra ser fuerte y superada. Pero es una “dama” frustrada por no poder amar, a quien le falta coraje para vivir una vida auténtica y expresar sus sentimientos para mantenerse en paz con los demás, y consigo misma. Amante de las armas de fuego, el único legado de su padre. Con lo único que se entretiene a modo de un juego.

("A veces creo que sólo sirvo para una cosa en este mundo [...] para aburrirme mortalmente" afirma en el acto II).

Hedda como resultado de su comportamiento, se relaciona con la amargura, con el mal carácter y el resentimiento que arrastra por tal motivo. Su belleza, inteligencia y su nivel   de exhibir abiertamente y con orgullo un lujo desenfrenado. Queda atrapada por los viejos patrones y hábitos de ostentación, y se casa con un joven que no ama, y finge ser felices.

Recién llegada de su luna de miel, donde ha estado viajando por casi seis meses por diferentes ciudades, llega a instalarse en un petit hotel; un lugar grande y lujoso, que ante la sociedad le da prestigio, lucimiento y una buena condición económica aunque en realidad deberá saldar la propiedad para que sea su hogar definitivamente. Por ahora es sólo mostrar o hacer gala de grandeza.

Su esposo llena sus días de interminable trabajo, está inmerso en una perpetua ansiedad y aflicción por destacarse como escritor y ser reconocido como tal.

Ocupar un cargo o estar en posesión de una cosa que resulte ventajosa es la finalidad de ambos.

La aparición de un affaire de Hedda, rememora su pasado e instala una competencia con su marido, ambos escritores, intelectuales, pero Lovborg, altamente reconocido y aclamado por el éxito de su último libro, y recientemente recuperado por sus problemas con el alcohol. Sigue creciendo y el próximo manuscrito que se viene, todavía sin editar, es una genialidad y puede ser aún más exitoso, lo que consagraría su brillante talento.

Es acá cuando ella cegada por el odio y la codicia, y su forma tan particular de persuadir al otro, se destruye a sí misma y destruye, total o parcialmente, las vidas de los demás.

Hedda Gabler es una obra de teatro, y uno de los mayores éxitos del escritor y dramaturgo noruego Henrik Ibsen. Un retrato realista y psicológico de la alta sociedad de finales del siglo XIX.

Una historia llena de intriga, atrapante su trama desde el principio al final.

Compuesta por mucho personajes que juegan un rol importantísimo todos, para dejar a la vista, el interior terrible de este ser humano, que la hace tan única y particular como un arte peligroso. Un protagónico lleno de manipulación, de capacidad para lograr ocupar el lugar de un líder influyendo en la postura del otro.

Magistralmente representado por todo el elenco. Un orgullo más del teatro independiente, verdaderos talentos sobre el escenario.  Con textos complicados y profundos. Saben mantener la calma, separando las emociones y la certeza del conflicto.   

La puesta en escena, la escenografía, el vestuario de altísima calidad, perfección y destacables detalles. Sonido e iluminación impecable desempeño en cada acto.

La dirección, la adaptación deslumbrante de la obra, la puesta en escena es de Rubén Hernández Miranda, este imponente maestro, que otorga la confianza en su equipo, y destaca fabulosamente bien las notables personalidades.

Sin fisuras, una obra para verla una y otra vez, demostrando un realismo que supera el conservadurismo y los prejuicios éticos de su época.