Festival Borla
Presenta: CARA y CECA
Con absoluta convicción y coherencia este autor pensó esta pieza teatral cargada de un relato basado en el PODER.
Con una crítica mirada política y sobre el vacío de la misma, aflorando siempre el trasfondo de la miseria humana. La intimidad de dos parejas, las contradicciones.
Con contadas pero muy logradas pinceladas de humor, con una gran precisión y pudor para narrar las humillaciones cotidianas, la imposibilidad de acceso, y también el inevitable lugar donde los personajes se escudan, se engañan detrás de una máscara inmutable. Un material muy particular que es elaborado con una inteligente y creativa puesta en escena. Otro orgullo de nuestras artes escénicas.
La obra se presenta en dos actos:
Primer matrimonio
Una atmósfera de fría normalidad, bajo la que se esconden turbias emociones, encubiertas en estilo, glamour y una extrema codicia.
Una unión por conveniencia económica, cargando verdades hirientes. Una pareja fraudulenta unida para obtener beneficios jurídicos, económicos, políticos o sociales.
No existe un vínculo sentimental entre ellos, solo es la parodia para la sociedad. A tal extremo que comparten las confecciones en cuanto a infidelidad y relaciones extramaritales.
Segundo matrimonio
Una situación o una forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas. Esta pareja está en una extrema pobreza, que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación y la asistencia sanitaria.
La falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos, provocan como resultado la exclusión social, la segregación social o marginación. Son subyugados en este micromundo.
Un realismo y una veracidad en la interpretación de estos dos grandes artistas, impresionante.
Romina Nicosia y Néstor Pedace, le dan una riqueza a estos vínculos, proporcionando la perfección de las facetas, sus contradicciones y disfunciones del matrimonio.
El trabajo actoral es de tal calidad que el espectador aplaudirá de pie.
El minucioso trabajo de iluminación, junto al muy cuidado diseño de sonido, son las herramientas que el director Ernesto Michel aprovechó en toda su dimensión para construir este universo rutinario y exasperante en el que está inmerso este lacónico relato.
Ingeniosa y eficaz dirección, una serie de movimientos de mobiliario, representa los distintos escenogramas que requiere la puesta maravillosa de Cara y Ceca.
Calificación: EXCELENTE
Redactora: Silvina Brandana
Ficha técnica artística
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