26. marzo 2017

TORRE BLANCA

De Gusman Cespedes

La memoria selectiva puede tendernos trampas que dificulten el proceso de resolución de un trauma, y que por eso hagan que sea más difícil superarlos.

Tienen la apariencia de ser humanos, gente común y corriente.

No cuentan con alguna característica en especial, que puedan ser identificados.

Sin distinción de género, sin distinción de edad. Sin identidad real.

Te puedes cruzar con ellos y ellas, en tu vida cotidiana.

Pueden ser tus vecinos. Pueden proponerte una amistad. Pueden enamorarte.

No suelen actuar solos o solas, sino en equipo.

Son individuos despreciables, almas perdidas, sin sentimientos.

Viven engañando, y buscando el momento preciso para atrapar a su próxima víctima.

Así Ella fue secuestrada, es una más, de muchas que han caído en las trampas amorosas del chat.

Parece estar encerrada en un laberinto sin salida.

Hay un líder, un ente que forma parte de este mundo; es invisible antes los ojos, pero se deja ver, y muy bien, a través de su potestad, de su dominio, y por sobre el imperio que maneja, desde los recursos humanos, hasta los materiales, todo está bajo su mando, bajo su poder.

Más de uno o una quiere llegar a tener su facultad.

Es acá donde la lucha de poderes, toma la fuerza de los movimientos y capturas, al igual que una jugada de ajedrez. Movimientos extraordinarios ocurrirán, secretos y territorios familiares, pueden cambiar el curso de la partida.

Una obra de alto impacto, que no puede dejar de movilizarte, por la crudeza de su realidad.

El tráfico de personas existe, y como ésta historia desgarradora nos llega, de la misma manera nos invita a concientizar, a reflexionar con enojo, dolor o temor, pero con compromiso.

Gran elenco, con mucha sutilidad con la temática. Muy buen desempeño artístico por parte de todos y todas.

Es destacable, y merecido mencionar tanto el rol de SELVA BADO (Charlotte), por la impronta en su papel, la expresión tan peculiar y distintiva donde el odio y el dolor no solo se apoderan de su mirada, sino, en todo su cuerpo.

Deslumbrante, sin fisuras la actuación de MAGDIEL GONZÁLEZ (Ramiro), la textura de sus movimientos, las emociones frenéticas, hace pensar que uno está frente a un ser que se escapa de la lógica, y se transforma en ese objeto maleable en sí mismo.

Una dirección acertada, y una puesta en escena muy interesante, la escenografía, resuelta de una manera realista donde un hogar como se deja ver, alberga y contempla todo tipo de clandestinidad.

Muy Recomendada!

Redactora: Silvina Brandana

Ficha técnico artística

Autoría: Gusman Cespedes

Actúan:

Selva Bado, Rodrigo Barrios, Marilina Castillo, Magdiel Gonzalez, Paula Macci, Jésica Sosa

Diseño de vestuario: Gusman Cespedes, Claudio Martini

Diseño de escenografía: Gusman Cespedes, Claudio Martini

Diseño de luces: Gusman Cespedes, Claudio Martini

Música original: Claudio Martini

Fotografía: Silvina Macri

Utilero: Gusman Cespedes, Claudio Martini