ESPERANDO A GODOT

“El arte siempre ha sido así: interrogación pura, pregunta retórica sin retórica, como quiera haya sido considerado por la realidad social” Samuel Beckett


Esperando a Godot

                           De Samuel Beckett

La obra literaria del irlandés Samuel Beckett, ha reflejando la enajenación del hombre, su desazón  y la pulsión existencial de lo negativo, con situaciones sin sentido aparente y con  continuas bufonadas fragmentando los paradigmas tradicionales de su época. En éste sentido, el trabajo más representativo fue  la eterna e inolvidable “Esperando a Godot” (1952), que actualmente  podemos ver en escena con la traducción y versión del eximio director teatral, dramaturgo, actor y docente, Rubén Pires.


Gogó (Héctor Díaz), y Didí (Gerardo Baamonde), están al lado de un árbol esperando día tras día a un tal Godot, ahí están, siempre esperando… Didí, busca y rebusca en su sombrero, no sabe que…, quizás la misiva con el lugar y la fecha exacta de la cita con Godot. Gogó, frotándose los pies, examinando sus botas con la  ilusión de encontrar algo. Todo sigue igual, nada cambia, Godot, no llega; sólo amenaza, a través de un mensajero, constantemente con hacerlo prometiendo venir al día siguiente. El Sr. Pozo (Eduardo Lamoglia) y Lucky (Carlos Lipsic), dos personajes que se suman al cuadro, pasan una vez y siguen pasando por el lugar, pero de una forma diferente. Pozo, un señor con el látigo, la pipa, y un viejo reloj, haciendo alarde de su dominación; y, Lucky el esclavo, cargado de pesados paquetes y con una larga soga al cuello, siempre siguiendo a su amo, en silencio, como un sujeto que no supo revelarse en su momento. Un pibe (Sebastián Mouriño), que cuida las ovejas trae los recados de Godot, pero éste no llega. “No pasa nada, nadie viene, nadie se va, es horrible”. Piensan ellos, pensamos nosotros, ¿no sería peor, tal vez, si viniera algún día? ó, sería mejor…


¿Qué es lo que hace que una historia tan simple conmueva intensamente, incomode y hasta martirice, gracias  a la gran incertidumbre que contiene? ¿Qué representa (si es que representa algo)? Podría ser un drama existencialista utilizado como parámetro para medir la  responsabilidad humana; ó, una expresión genuina de la desesperante vida humana que se produce cuando el hombre pone sus esperanzas en una fuerza externa a él; ó quizás, un prototipo  artístico de lo absurdo del hombre, tal como la ve Becket; también, podría ser una revelación de la angustia del hombre mientras espera la llegada de algo que le dé sentido y culmine con su sufrimiento. Ó, todo esto junto. Ó, más, aún.


Los señores actores Gerardo Baamonde, Héctor Díaz, Eduardo Lamoglia, Carlos Lipsic, Sebastián Mouriño, ejercen sus papeles con gran energía y comicidad;  juegan con la carencia del significado racional de los diálogos y acciones, con una precisión admirable; dialogan con la falta de claves para el entendimiento, con una naturalidad increíble; moldean a la inestabilidad de las palabra que llevan al humor pesimista, como si fuera natural en ellos; son expertos transportadores de una puesta  librada a nuestra imaginación, conocimientos y vivencias. BRILLANTE.


Es una pieza profundamente realista, cuya genialidad se puede ver al imbricar el circo con el teatro propiamente dicho, cumpliendo a pleno el paradigma del absurdo. La recomendamos porque se ocupa de investigar los mandatos, la opresión, la equidad social, el estado psicológico y la comunicación, cuyo resultado obtenido puede ser interpretado como que no son más que una serie de sucesivas acciones cercanas a una realidad ambigua e incitante.  

Sugerencia: Verla varias veces porque en cada una de ellas se puede extraer muchos significados distintos.

EXCELENTE.

                                                Redactora: Estela Gómez

                                                                                                                                                                              22/07/2015

Ficha técnico-artística

Autoría: Samuel Beckett

Adaptación: Hugo Halbrich, Rubén Pires

Traducción: Hugo Halbrich, Rubén Pires

Actúan: Gerardo Baamonde, Héctor Díaz, Eduardo Lamoglia, Carlos Lipsic, Sebastián Mouriño

Vestuario: Mercedes Uría

Diseño de luces: Rubén Pires

Diseño gráfico: Nahuel Lamoglia

Asistencia de dirección: Daii Álvarez, Sebastián Mouriño

Prensa: Daniel Franco, Paula Simkin

Dirección: Rubén Pires

Este espectáculo formó parte del evento: Festival de Teatro Clásico Universal 2015

Duración: 90 minutos

 

EL TINGLADO TEATRO

Mario Bravo 948

Capital Federal - Buenos Aires - Argentina

Teléfonos: 4863-1188

Web: http://www.teatroeltinglado.com.ar

Entrada: $ 160,00 / $ 80,00 - Martes - 20:30 hs

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Comentarios: 2
  • #1

    Ruben Pires (miércoles, 29 julio 2015 10:01)

    Muchas gracias por su crítica y recomendación en nombre de todo el equipo

  • #2

    Estela Gómez (miércoles, 29 julio 2015 12:46)

    Gracias a Uds! Realmente fue un placer! Éxitos! Saludos para todos!