EL TOPO

                  “EL TOPO”

                                                       De Luís Cano

 

En ésta dramaturgia, el intuitivopoeta, autor y director, Luis Cano, logra recortar y sintetizar la vida de un hombre nacido en un teatro,  al que llamaban El Topo. Tenía un defecto físico, pero lo más llamativo era que no salía de ese mágico recinto, era su lugar en el mundo. Quizás, lo llamaban así porque, para algunos, era un torpe debido a su figura un poco deforme,  para otros, un necio que no podía entender razones, o, tal vez, para muchos alguien cerrado, sin aspiraciones visibles…. Pero, en realidad, era un ser humanos como todos, que buscaba compañía, comprensión, que quería amar y ser amado…Luciano Suardi, Actor, director y docente, se transforma en El Topo y nos estremecemos. Vemos a una persona exquisita, con una prestancia única, mostrándonos su valor y sus deseos. No nos imaginamos a ese varón indeseable, al contrario, podemos percibir en sus palabras y en su presencia la sensibilidad que poseía. El actor, consigue traspasar esa identificación estigmatizada, volviéndola amena, querible.

                      

Como si estuviéramos viendo una serie de fotografías vamos entrando en la trama, cada cambio que se va produciendo en la vos, en el rostro, en el gesto, en los ojos de Luciano, quedan  adheridos

en nuestra mente y nuestro espíritu, como un sello imposible de borrar. De apoco, nos vamos enterando del dolor que padece el personaje y de la entereza con que se desenvuelve igualmente. Algunas veces, nos sonreímos por sus salidas al igual que nos entristecemos con su angustia. La entrega del actor, es total, se percibe en el aire quien es… un ser que vivió entre bambalinas y que, después de éste argumento,  siempre vivirá entre nosotros, recordándolo, para que ya  nunca más esté solo.

                               

Cabe destacar, que los nombres utilizados en éste unipersonal corresponden al Don Juan, escrito por Tirso de Molina. Estos son: Alfonso, Elvira, Ana, Molina, Luís, Domingo y Guzmán. Recordemos que los personajes de éste clásico, son complejos y representan tendencias extremas de los seres humanos, como el desinterés o la capacidad de dominación. Además, esta muy claro cómo se rompe las unidades dramáticas clásicas, un rasgo típico del Barroco. Deducimos el motivo del  aire romántico y bello  en la escenografía y el vestuario (Rodrigo González Garillo).Tales nombres representaban  a personas que influyeron en el desarrollo humano de “el topo”.

 

Entonces, ¿Qué nos pasó con la obra desde que entramos hasta que salimos? Al principio, nuestra curiosidad estuvo latente, expectante,  hasta el momento de empezar la función. Para llegar hasta el momento deseado bastó con escuchar y ver al misterioso personaje en la piel de un actor de raza. Nos dimos cuenta que teníamos intacto el placer de querer disfrutar a pleno de una noche a puro teatro y de que estábamos recibiendo lo que habíamos esperado.

 

Por otro lado, ¿cómo nos sentimos con el texto? Nuestra evaluación fue positiva. El contexto del ámbito teatral nos emocionó; el emisor del mensaje, Luís Cano, supo abrir un corazón y una existencia para que, nosotros, los receptores, pudiéramos entrar en él. Los silencios, que cortaban el aire, y el ferviente aplauso que enmarcó el final, mostraron como nos conmovimos y nos comprometimos. Todas nuestras impresiones, desde el primer momento, fueron alentadoras, nos aferramos a la historia como compartiendo un gran aprendizaje, de hecho pudimos conocer términos teatrales poco usados, tales como Cajón de Truenos, Foyer, Chepa, etc., gracias a la obra y a una atención gráfica  que nos hicieron, al ingresar a la sala, en el teatro La Comedia.

 

En conclusión, ¿Cómo vimos el trabajo artístico? Pudimos apreciar  como “el topo” se fundía completamente en la piel del artista y como éste se adueñaba del rol que el director le había asignado de una manera íntegra. Percibimos, el poder que tenía el virtuoso creador

de sacar afuera profundos sentimientos, haciendo explícito al público lo que estaba implícito en el alma de ese humilde y sencillo hombre. El sutil, afable y talentoso, Luciano Suardi, se llevó nuestra aprobación, por la excelente labor presentada. Decididamente, un lujo presenciar tal puesta en escena.

 

MUY RECOMENDABLE.                                            

Redactora: Estela Gómez

                                                                

 

Ficha técnico-artística:

Autoría: Luis Cano

Actúan: Luciano Suardi

Zapatería Teatral: Julio Dozo

Diseño de vestuario: Rodrigo González Garillo

Diseño de escenografía: Rodrigo González Garillo

Realización de escenografia: Gustavo Di Sarro

Realización de vestuario: Patricio Delgado

Música original: Diego Vila

Diseño plástico: Lía Parsons

Fotografía: Lucía Galli

Pinturas: Marcelo Seoane

Asistencia de dirección: Mónica Benavides

Prensa: Varas & Otero

Producción: Teatro La Comedia

Dirección: Luis Cano

 

Duración: 50 minutos

 

TEATRO LA COMEDIA

Rodríguez Peña 1062

Capital Federal - Buenos Aires - Argentina

Reservas: 4812-4228

Web: http://www.lacomedia.com.ar

 

Entradas desde: $ 130,00 - Domingo - 20:30 hs -

Hasta el 27/07/2014

Entradas desde: $ 130,00 - Sábado - 21:15 hs -

Hasta el 27/07/2014

 

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