Rotos de Amor

“No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperes. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives” Frank Kafka

 

                                             Rotos de Amor

                           Historias compartidas…

 

A través de los años, el género femenino ha demostrado su descontento e insatisfacción con el género masculino porque, según dicen, esperamos demasiado de ellos y, al no poder retribuirnos como lo esperamos, nos alejamos de tal manera que, muchos, se exasperan y utilizan cualquier tipo de artilugios para recuperar el amor perdido. Porque, nosotras, tenemos mucha imaginación y mucho romanticismo e idealizamos a nuestra pareja a tal punto de creer que estamos con un gran héroe, pero, poco a poco, esa admiración se convierte en algo más cotidiano y en lugar de ver a un súper hombre comenzamos a encontrarnos  con simples seres humanos, comunes y corrientes, con virtudes y defectos, con fortalezas y debilidades, y no nos damos cuenta. Esto, es lo que les habrá pasado a algunos de los varones solitarios que encontramos contándonos sus desventuras amorosas en “Rotos de Amor”, obra de teatro en donde el humor y el sentimiento se mezclan en un juego teatral muy sensible y agradable.

 

Su autor, Rafael Bruza, nos cuenta la vida afectiva de cuatro visitadores médicos, así, nos enteramos como el primero, encarnado por el actor Mario Vedota, despechado por la infidelidad de su mujer sufre, pero, inconcientemente, quiere volver. Vemos, como el segundo, interpretado por  Gonzalo Urtizberea, en su afán de no desilusionarse con el amor, lo ve pasar ante sus ojos y no hace nada para conquistarlo. Sentimos, como el tercero de ellos, en la piel de Claudio Messina, intenta recuperar lo que se terminó sin darse cuenta que por más que lo intente ya es irrecuperable. Y, el cuarto, personificado por Guillermo Aragones, nos asombra al despedir a su señora, que falleció, de una manera muy particular.

Sentimos, que todas estas anécdotas pasan por varios estadios: Por el dolor, luego, por la inestabilidad emocional, y, por último, por el intento de mirar hacia delante. Mirando más profundamente, vemos como en escena se producen paulatinamente los cambios. El encuentro de los sujetos conteniéndose mutuamente, prestando atención a la necesidad del “otro”, ayudando así a realizar una catarsis entre todos, volcando sus desconsuelos, poniendo en palabras sus penas, para llegar a una verbal oralidad que cura, produciéndose una síntesis superadora, pudiendo ver el proyecto de una posible vida mejor.

 

Muy buenos, los trabajos de éstos maestros de la actuación, ya que nos introducen en la ficción desde el corazón, en un vaivén de emociones que nos son muy conocidas, porque ¿quien de nosotros o de un amigo, de alguna u otra manera no ha pasado por al menos una de esas situaciones?

Esta puesta, dirigida sutilmente, como merece, por Ana Alvarado, tiene un doble mensaje, de esperanza, para seguir adelante y, de desmitificación, para borrar ese estigma de “machista” con que se tilda a los caballeros en general, pero que en realidad, en algunos hay que analizar.

Es Tierna, graciosa, humana, para recomendar.

 

Redactora: Estela Gómez

                                                                          

Ficha técnico- artístico

Autoría: Rafael Bruza

Actúan: Guillermo Aragones, Claudio Messina, Gonzalo Urtizberea, Mario Vedoya

Vestuario: Carolina Boverini

Diseño de escenografía: Víctor Salvatore

Diseño de luces: Ricardo Sica

Realización de estenografía: Víctor Salvatore

Música: Cecilia Candia

Fotografía: Martín Soler, Valentina Veronese

Diseño gráfico: Gonzalo Martines

Asistencia de dirección: Clara Izaguirre

Coreografía: Cristian Toledo

Dirección: Ana Alvarado

 

Duración: 80 minutos

 

EL TINGLADO TEATRO

Mario Bravo 948

Capital Federal - Buenos Aires - Argentina

Teléfonos: 4863-1188 / 3750-2240

Web: http://www.teatroeltinglado.com.ar

 

 

Entrada: $ 100,00 - Miércoles - 20:30 hs - Hasta el 13/11/2013

Escribir comentario

Comentarios: 0