Queríamos tanto a Laura

QUERÍAMOS TANTO A LAURA

 

Una de las obras más relevantes del teatro universal: “El Zoo de Cristal” del autor Tennessee Williams; se construyó esta versión de la obra, donde el eje central de la pieza se corre hacia el personaje de Laura. 

 

“Ser protagonista de nuestra vida significa

Hacerse cargo de nuestro guion y nos determina

De alguna manera a tener el recurso y potencial

Interno para cambiar el libreto y elegir el rol”.

 

MADRES POSESIVAS - HIJOS REPRIMIDOS.

El argumento es el abismo existente entre el mundo que se quiere ver y la realidad a través del retrato de una familia en 1930 capitaneada por los deseos de la madre.

 

Amanda Wingfield, (Nancy García). Madre manipuladora, dominante, represora con sus hijos, que ya no son chicos; trata de imponer sus mandatos, fusionando sus resentimientos de ser una mujer sola con posesionar sus ideas, hace que los maneje como marionetas. Jugando un papel de víctima por ser mamá y papá a la vez.

Abandonada por su marido, el padre de ambos hijos:

Laura Wingfield, (Valeria Blanco) su hija con un leve impedimento físico, la hace sentirse "monstruosa" ante el mundo. Introvertida y tímida, colecciona animalitos de cristal frágiles como ella.

Tom Wingfield, (Andrés Freire) su hijo, contador de profesión y frustrado escritor, es el narrador de la historia.

Jim O'Connor, (Joaquín Herrera) compañero de trabajo de Tom y antiguo compañero de escuela de Laura, es visto como el pretendiente soñado por Amanda para su hija.

 

El ser humano es el ser vivo del reino animal que nace en la más intensa indefensión primaria. Las personas tienen un altísimo grado de permeabilidad respecto del quehacer de nuestros padres en los primeros años de vida.

Gran parte de lo que allí suceda será responsabilidad de lo bueno o malo que ellos hagan.

Pero también tenemos algo que los animales carecen: La Palabra y la capacidad de elaborar aquellas cosas dolorosas y hasta traumáticas por las que hemos pasado.

 

Es tal la manipulación psicológica que ejerce Amanda, el auto-control especialmente con Laura, que la lleva a una agresión de mando y dominio, y hasta aumenta los chantajes emocionales que evidencia la fragilidad de carácter de la joven, sin dejar que ella interactúe y decida sobre sus conductas de pareja, amistades, estudios entre otras.

Lo que lleva a su hija a rendirse a sus voluntades, y la vuelve cada vez más dependiente de su madre.

Sobre su hijo Tom para evitar escándalos, él prefiere no enfrentarla y calla, y a menester obedece a sus caprichos incluyendo a sí en contra de su propia identidad que como hombre ya maduro de hecho a esa edad, prefiere seguirle la corriente.

Pero todo tiene un límite, absorbe tanto la energía de su hijo, se siente frustrado e indiferente, una situación de tanta vulnerabilidad como un individuo débil y reprimido por una madre, lo que lo lleva a abandonar su hogar. Y seguir las cualidades paternas.

 

“Se puede patear el tablero y cortar el karma familiar. Somos libres y nada nos condiciona más que nuestra propia mente. Para cambiar es necesario comprender, perdonar y acabar con la repetición de esas historias”.

Soltar lo viejo para dar lugar a lo nuevo, a lo sano, es todo lo que necesita Laura, ¿lo podrá lograr?

Tal como propone Bosch White, “Comprender que no podemos dejar en manos de los demás nuestro propio bienestar es fundamental para hacernos cargo de nuestra vida”.

 

Impactante dramaturgia, cargada de emoción y realismo. Altísimo nivel de actuación de todo el elenco, pero el mayor destaque y distinción, el personaje de Amanda (Nancy García), se lleva puesto el papel. Sin fisuras la estampa de esta madre tan posesiva.

Ambientación, escenografía y vestuario, Impecable, minuciosa y detallista su elección, totalmente acorde a la época.

Quizá un poquito extensa la pieza, lo que hace que se pierda la atención por momentos, en especial hacia el final.

Una dirección exigida, muy comprometida, y súper lograda en todos los aspectos.  

Calificación: Muy muy Buena

 

Redactora: Silvina Brandana

 

 

Ficha técnico artístico

Actúan:

Valeria Blanco, Andrés Fraire, Nancy Lilian Garcia, Joaquín Herrera

Voz en Off: Facundo Galván

Vestuario: Robert André

Escenografía: Iván Salvioli

Asistencia de dirección: Robert André

Dirección: Damián Acosta

Web: https://www.facebook.com/queriamos.tanto?fref=ts

 

Duración: 90 minutos

 

EL CRISOL

Arismendi 2658

Capital Federal - Buenos Aires - Argentina

Reservas: 4523-7605

Web: http://www.crisol.org.ar

 

 

Entrada: $ 60,00 / $ 40,00 - Domingo - 20:00 hs -

Hasta el 24/11/2013

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